Tiene 36 años, era Guardia Urbana en Barcelona y su nombre saltó a la prensa en 2017 tras la muerte de su pareja, Pedro Rodríguez, a quien asesinó junto a su entonces amante, Albert López. La historia era tan truculenta que hasta Netflix se subió al carro y se montó una miniserie de ocho capítulos con Úrsula Corberó en el papel de Rosa Peral (El cuerpo en llamas) que se mantuvo en el ranking de Lo más visto durante varias semanas. No sabía la plataforma que la historia daría un giro tan inesperado y sorprendente como el que ha tenido lugar este martes: López ha confesado el crimen después de seis años en prisión.
El motivo no es otro que obtener beneficios penitenciarios pues Albert López, en la cárcel Quatre Camins de La Roca del Vallès, se encuentra ahora en el marco del tratamiento individual de reinserción, según El Periódico. Su confesión es una puñalada para su ex, Rosa Peral. Ambos negaron las acusaciones en el tribunal y se culparon el uno al otro, obteniendo condenas de 20 años para él y 25 para ella. Sin embargo, la nueva estrategia de López podría poner en un aprieto a Peral si decide colaborar con la justicia y revelar nuevos detalles del escabroso crimen.
Un crimen espeluznante
Los hechos tuvieron lugar en 2017. Entonces, Rosa Peral estaba divorciada de Rubén Carbo, también compañero del citado cuerpo policial. Vivía con sus dos hijas y con su pareja, Pedro Rodríguez. Ella había sido infiel a su exmarido con Albert López en 2012. Tras años distanciados, volvieron a retomar la relación en secreto. El desenlace de este intrincado culebrón fue el peor de todos: Rosa y Albert drogaron a Pedro, lo metieron en un maletero y quemaron el coche. Después, dispusieron pruebas falsas que apuntaban a que el asesino había sido Rubén, pero este tenía una coartada indiscutible. Y como la realidad siempre supera la ficción, durante la investigación salieron a la luz varios escándalos de la Guardia Urbana: Peral había denunciado en su momento a su subinspector por difundir en 2008 imágenes en las que se la veía manteniendo relaciones sexuales con él, mientras que Rodríguez había sido suspendido de empleo y sueldo por agredir a un motorista.
En el juicio del caso, que arrancó en 2020, Peral acusó a López de haber matado a su novio por celos. Él apuntó a que su amante lo había asesinado tras una agresión y contó que ella le había pedido ayuda para deshacerse del cadáver. Finalmente, el jurado consideró que los dos acusados "llegaron a la conclusión de que la víctima, por diversas razones, obstaculizaba su relación y situación", por lo que pensaron en un plan para acabar con su vida.
Rosa y Albert: así es su vida en prisión
Los ex amantes, en prisión desde 2018, han desarrollado vidas muy diferentes entre rejas. Mientras que López ha hecho amigos con los que organiza partidos de futbol y ha escrito un libro, Peral ha sido trasladada de prisión hasta en cinco ocasiones por protagonizar distintos altercados. Según algunas compañeras, ha mantenido relaciones sentimentales tanto con hombres como con mujeres, y muchos la definen como una persona "posesiva y manipuladora".
El lanzamiento de El cuerpo en llamas indignó a la protagonista de la historia, que intentó detener la emisión vía judicial sin éxito. Desde la cárcel, cargó contra la plataforma y hasta con la protagonista, Úrsula Corberó: "Me están machacando. Dime en qué momento se me juzga por tóxica". Eso sí, no tuvo problema en recibir a los periodistas para grabar Las cintas de Rosa Peral, unos encuentros que se convirtieron en un documental con su versión de la historia y que le valieron una amonestación de Instituciones Penitenciarias por utilizar las visitas de amigos y familiares para hablar con los medios de comunicación.