Entrar en el taller del modista Lorenzo Caprile es como entrar en el paraíso de los tules y los corpiños. Hay percheros por todas partes. Ropa de fiesta, muestras de telas llegadas de todo el mundo, sedas, terciopelos, lentejuelas, gasas… El mundo de Caprile huele a creación e hilos. En el salón de las novias, donde entran las casaderas y sus consejeras, el despliegue de muestras abarca todos los gustos. Corpiños que realzan la cintura de avispa y ponen el busto donde se merece, gasas livianas que dejan siluetas fluidas, velos, muchos velos, y hasta enaguas con can can para dar porte a las novias.
Las de Caprile siempre fueron muy sonadas. No en balde saltó a los medios al vestir para el altar a Carla Royo Vilanova en su enlace con Kubrat de Bulgaria y después dio el gran campanazo cuando le eligió para su diseño nupcial la Infanta Doña Cristina. Pero sin duda fue el icónico vestido rojo que llevó la Reina Letizia en la boda de Federico y Mary de Dinamarca lo que hizo que el mundo se fijara en Caprile. De aquel día quedan muchas anécdotas y de eso hablamos en la entrevista. Pero también de su trabajo en el musical El tiempo entre costuras, donde ha realizado todo el vestuario de la protagonista de esta historia que firma María Dueñas. El montaje vuelve a la cartelera madrileña a partir del próximo día 7 de abril en el Teatro de La Latina.
El musical El tiempo entre costuras parece hecho a medida para usted. No me extraña que le hayan elegido para vestir a Sira Quiroga, la enigmática mujer de la exitosa novela de María Dueñas. ¿Cómo llegaron a encontrarse?
LC: Para mí es un honor hacer este trabajo porque quién no ha leído esta novela de María Dueñas. Te confieso que por mi buena relación con la editorial y la editora de María me pasaron el manuscrito para supervisar que todo lo relacionado con la moda estaba bien relatado. De ahí que mi historia con esta obra arranca antes de que se publicara y se convirtiera en un exitazo absoluto. Cuando llegó el momento de adaptar la obra a un musical ya conocía a la productora porque había trabajado con ellos en El médico. Me ofrecieron encargarme de todo el vestuario, pero no tenía tiempo porque en esos meses estaba metido de lleno en el programa de TVE Maestros de la costura y era imposible. Acordamos que supervisara al equipo y realizara el vestuario sólo de la protagonista. Por eso mi papel en este musical se reduce a ella y de ahí el trabajo codo con codo. Mi primera satisfacción llegó en forma de los premios Talía que organiza Cayetana Guillén Cuervo al recibir el galardón del mejor vestuario.
Viene de una familia de clase acomodada donde no sé qué tal sentó que dijera que quería dedicarse a la moda.
LC: Quien abrió ese camino en mi casa fue mi hermano mayor Pascuale cuando dijo que quería ser fotógrafo. Era el año 76 y mi padre se quedó impresionado y le preguntaba si iba a ser un fotógrafo de bodas y comuniones. El sí lo pasó mal pero con la ayuda de mi madre acabaron convenciendo a mi padre y pudo dejar la carrera de Navales. En cierta manera me allanó el camino. Por eso cuando diez años después anuncié que quería dedicarme a la moda ya no le pilló tan de sorpresa. Lo que sí nos dijo, aunque hoy suene muy heteropatriarcal, es que si nos dedicábamos a estas "profesiones raras" o éramos primeras espadas o íbamos a tener una vida triste. Hemos visto muchas "muñequitas rotas" en el mundo de la canción, de la moda, puntura, cine, directores… Creo que en ese sentido los dos cumplimos con el objetivo. Mi hermano fue uno de los grandes fotógrafos publicitarios de finales de los 80 y 90 y creo que yo también tengo una carrera que no está nada mal.

Suele salir en las listas de los homosexuales más influyentes de nuestro país.
LC: Me llevan sacando años en esas listas y te aseguro que no sé qué criterios tienen porque una cosa es ser popular y otra ser influyente. Te aseguro que a los homosexuales influyentes y poderosos no los conoce ni dios. Hasta aquí puedo leer. En esas listas salimos gente popular y alguna vez se cuela algún poderoso como el ministro Marlaska, pero lo que más se ve es gente mediática más que poderosa.
Usted se ha hecho todo un personaje mediático a raíz de su participación en el programa de TVE pero ha optado por dar un perfil de malhumorado que, los que le conocemos de hace años, sabemos que no es muy real.
LC: En Disney las famosas son las villanas. Con eso lo explico.
¿Sigue viviendo en hoteles y sin móvil con Internet?
LC: Llevo mi Nokia de toda la vida que no lo cambio por nada del mundo pero hace un año dejé el hotel para instalarme en un pisito muy austero. Lo del hotel fue una etapa de la que guardo un recuerdo maravilloso.
¿Qué personaje histórico le hubiera gustado ser?
LC: Hubiera sido muy feliz en la edad de oro de la costura española que son los años 50 y 60. Cuando se cosía en los talleres y la gente se vestía de gala para ir al estreno del Liceo o se encargaba un pichi para bajar a la playa.
¿Cómo viste hoy la española?
LC: La española, la italiana… hoy el mundo Occidental se viste con dos o tres marcas globales que todos conocemos y me resulta todo muy uniforme con pocos matices y diferencias.
¿Dónde está el icónico vestido rojo que lució Letizia en Dinamarca?
LC: Creo que lo tiene ella.

¿Los royal son clientes agradecidos?
LC: Mucho.
¿Cuáles son los mejores clientes?
LC: Te llevas muchas sorpresas con la gente y no podría generalizar. Es verdad que cuando he trabajado con la Familia Real te aseguro que todo ha sido mucho más sencillo de lo que la gente piensa.
Pero nunca más volvió a vestir a Letizia y eso que fue un "look" que nadie olvida. ¿Qué pasó realmente?
LC: Hay miles de leyendas negras que no quiero ni confirmar ni desmentir. Creo que tuve mi momento y ahora está dando oportunidad a muchas firmas que empiezan y en ese sentido creo que lo hace fenomenal.
¿Le gustaría vestir a la Princesa Leonor?
LC: Ni lo he pensado. La veo aún muy jovencita. Ella está ahora en el Ejército y hay que dejarla que disfrute de esta etapa.
¿Su próximo proyecto dónde le llevará?
LC: El vestuario de la ópera Un ballo in maschera que se estrenará a finales de abril en el Palao de Valencia.
¿Las novias siguen siendo su fuerte?
LC: Por supuesto. Mira a tu alrededor y lo comprobarás.