La presentadora se encuentra en Málaga para disfrutar de su cita favorita del año, la Semana Santa. Unos días que, sin embargo, se tornan agridulces debido a las ausencias. Seis meses después de la triste muerte de María Teresa Campos y con Carmen Borrego en Honduras, Terelu vive estos días en soledad y no puede evitar las lágrimas cuando es preguntada por su estado de ánimo: "Para mí está siendo muy duro".
Si este domingo de Ramos se dejaba ver sola por la ciudad andaluza y evitaba hacer declaraciones a la prensa, este lunes se ha reencontrado con el Cautivo, Cristo del que toda su familia es muy devota: "Para mí está siendo muy duro evidentemente. Lo que pasa es que yo ya lo dije, yo pasé un luto diferente el año pasado, que yo sabía que ya nunca volvería a ver la Semana Santa (su madre) y de esa manera también he ido cumpliendo, desgraciadamente, a lo largo del último año, momentos delicados", ha reconocido, asegurando que "lo más importante" para ella (tras su reciente ingreso hospitalario por neumonía) es "tener la salud de poder estar aquí".

Muy emocionada, Terelu ha sido incapaz de contener las lágrimas y ha pedido a la prensa que "entiendan" su dolor y la mezcla de sentimientos encontrados en su primera Semana Santa sin su madre.
Además, y como buena devota, Terelu está desolada por las lluvias que han impedido procesionar a los santos en Málaga: "Estos días están siendo con mucha pena. Una pena que el tiempo no nos acompañe, de que esté en peligro todo el trabajo, ¿no? De tantas personas durante todo el año. Para nosotros la Semana Santa es uno de los momentos más importantes en todo el año con lo que conlleva además, no solo por nuestra fe y nuestra devoción, sino también es un momento importante para la economía, para el turismo. Y, claro, cuando no nos acompaña el tiempo se viene todo abajo y es una pena muy grande", ha afirmado esperanzada con que la lluvia de una tregua y pueda salir su Cautivo por las calles de Málaga.