Giro radical en la historia de Bertín Osborne y Gabriela Guillén, que dio a luz al último hijo del cantante el pasado mes de diciembre. El cantante y la modelo han protagonizado los titulares de los últimos meses primero por su relación, después por el embarazo y, finalmente, por su ruptura. Una ruptura a todos los niveles que llevó a Bertín a cesar la comunicación con Gabriela, cancelar la ayuda económica que le suministraba y declarar, públicamente, que no ejercería de padre de ese bebé. Ahora, el artista se arrepiente: "Reconoce que no ha sabido gestionar la situación".
El cantante se lo habría confesado a su entorno más íntimo con la intención de enmendar los errores del pasado: "Si se demuestra que el bebé es suyo, tendrá trato con él", asegura Beatriz Cortázar. Bertín cree que la situación le sobrepasó y que estuvo, además, mal asesorado. Ahora cree que no actuó de la manera más correcta y está dipuesto a rectificar en caso de que la prueba de paternidad, que ya ha solicitado Gaby, confirme que el bebé es su sexto hijo.
Un giro de 180 grados en la actitud de Bertín, que la misma semana del nacimiento de su hijo ofreció una entrevista previo pago: "Yo tuve con ella una relación de poco tiempo y, un buen día, me dijo que estaba esperando un hijo. Yo le dije: 'Mira, como tienes dos opciones, que sepas que yo estaré ayudando en cualquiera de las dos. Pero sí que, a mí, no me toca ahora ser padre otra vez. Yo he decidido que no quiero ser padre. No voy a ser padre'. Ella dijo que 'daba igual', que lo iba a tener igualmente. Es su responsabilidad. Ella ha tomado una decisión que es absolutamente razonable y que yo aplaudo, y por la que no hay ningún problema por mi parte", decía. Unas declaraciones por las que fue tachado de "machista" e "irreponsable".
Gaby, por su parte, se muestra cauta ante este giro de los acontecimientos y asegura: "La cosas que tenga que hablar con él lo hablaré con él, no con los medios". Eso sí, lanza una pullita: "Os lo dije, todo llega".
