Tras la sentencia dictada por los jueces de la sección tercera de la Audiencia Provincial de Barcelona a raíz de la batalla judicial que Mariló Montero emprendió contra él mismo, Diego Arrabal, y contra Gustavo González por unas fotografías que presuntamente ellos le hicieron en 2015 a la presentadora en topless mientras disfrutaba junto a una amiga de unas vacaciones en Bora Bora, Arrabal ha utilizado su canal de YouTube para responder a los dieciocho folios de sentencia que recibió este jueves 29 de febrero, a primera hora de la mañana.
Además, también ha rebatido los hechos probados que el juez ha dictado y por los que ambos fotógrafos han sido condenados. Visiblemente afectado, Diego reconocía: "Hoy es un día triste para la libertad de prensa, para tantos y tantos profesionales que hay en España que se dedican a esto. La condena que hoy me ha sido impuesta es la mayor aberración, la mayor injusticia cometida", decía antes de leer de forma resumida una sentencia "con dieciocho páginas llenas de mentiras" porque, estallaba diciendo: "Lo que nunca podré entender es que tres magistrados de una Audiencia Provincial puedan afirmar tantas cosas sin que esté demostrado".
Tras recalcar que ha dejado de creer en la justicia, Arrabal procedía a leer ciertos párrafos de la sentencia. "Me llama mucho la atención que el Magistrado diga 'queda probado que la señora Montero siempre quiere mantener preservada su vida íntima, que nunca ha comercializado con su imagen, que era tal la intención de mantener en secreto su destino -Bora Bora-'. Eso es mentira. No queda nada probado. Ella llevó unos testigos que ni se acordaban de las cosas".
Y continúa: "También dice que es un hecho probado que era una playa privada. A ver, señoría, ¿usted cómo puede decir que esos hechos está probados? La Audiencia Provincial de Barcelona pidió a la embajada francesa las leyes de las playas de Bora Bora, y esas leyes no llegaron. ¿Cómo puede decir el juez que la playa es privada, cuando no han llegado las leyes?". Además, recalca: "Nosotros sí lo aportamos, nos las dieron en la embajada francesa. Y está firmado con una traducción jurada donde dicen que en todo territorio francés no hay ninguna playa privada. ¿Cómo puede decir usted que queda aprobado ese hecho? Hombre, por favor", protesta.
Otro hecho probado que niega Arrabal es que la fotografía estuviera hecha con teleobjetivo. "A mí me lo preguntó y le dije que no lo sabía, pero tenía toda la pinta de que no. Y aquí su señoría dice que son hechos probados. Eso es incierto también. Me llama mucho la atención que su señoría diga eso".
Arrabal también se muestra disconforme con otra afirmación de la sentencia: "Me llama mucho la atención que le den esa veracidad a Luis Pliego cuando dice que las fotos no fueron publicadas por 'apreciar indicios de ilicitud en su obtención'. Eso es falso también. Ha quedado más que probado en el juicio que el modus operandi de Luis Pliego fue el de mandarle las fotos a Mariló para que le diera consentimiento para publicarlas, y ahí fue cuando ella dijo que no. Pero eso de que Luis Pliego dijo que no porque se dio cuenta de que eran unas imágenes ilícitas...", se queja. Además, recalca que según el juez Luis Pliego rechazó la publicación de las fotos por considerarlas impublicables. "Eso es mentira. Él se las mandó a Mariló Montero para ver si le daba su autorización. ¿Cómo podéis poner esto?", dice indignado.
Por otro lado, el fotógrafo también comenta: "Me extraña que su señoría diga que las señoras se encontraban en la terraza de su bungaló. Eso de que era un bungaló... Que venga Dios y lo vea. La sentencia dice: 'Las mujeres se encontraban en la terraza del bungaló que ocupaban'. Señoría, ¿eso cómo lo puede saber usted? Eso puede ser un bungaló o un chiringuito, como bien dijo el fiscal".
Abatido ante la sentencia, Arrabal comenta: "A mí me lo avisaron, hace varios años: 'Dieguito, van a por ti'. Me lo dijo una persona a la que le tengo mucho cariño, una persona relevante, que todo el mundo conoce. Y yo decía: '¿A por mí?'. Si no he hecho nada, no soy un delincuente, solo hago fotografías. Y en ocasiones me puedo equivocar, como todos, pero yo no he hecho nada malo como para que vayan a por mí", y confiesa: "Nunca lo he hecho público, pero llevo muchos años recibiendo palos, uno detrás de otro. Palos de diversas maneras, palos que vienen de muy, muy arriba. Son demasiados. Yo soy una persona que me considero fuerte, aunque en ocasiones caigo. Pero tú no puedes luchar contra el poder. No sé qué palo he tocado para que vayan a por mí". Luego, añade: "Esto de Mariló es un pretexto, esto es más gordo de lo que aparentemente se ve. Y no estoy relatando una novela de ciencia ficción, es la realidad. Algún día contaré todo lo que llevo en la mochila desde hace ya años. Y tras decirme aquello de 'Dieguito, van a por ti', hoy cobra todo el sentido. Esas palabras hoy tienen más fuerza que nunca".
Finalmente, en su vídeo publicado, Diego lee la condena completa, que según dice no es tal y como han reflejado algunos medios: "Debemos condenar y condenamos a Diego y a Gustavo como autores ambos criminalmente responsables de un delito de revelación de secreto -no por la captación, afirma-. Para cada uno de ellos prisión de 10 meses y multa de 8 meses con una cuota diaria de seis euros, y la inhabilitación para el ejercicio del derecho de sufragio pasivo por el tiempo de condena y para el ejercicio de cualquier actividad relacionada con la propia agencia de prensa por igual periodo, y al pago de las cosas por mitad, incluidas las de la acusación particular".
"Evidentemente no voy a ir a prisión -dice-, pero nos han condenado a 10 meses de cárcel. Durante diez meses yo no puedo hacer fotografías. Es una cosa que no tiene ni pies ni cabeza porque no hemos hecho las fotos. ¿Revelación de secreto? No sé de qué secreto. Y me condenan a diez meses y encima no puedo trabajar. ¿Usted va a alimentar a mi familia, va a pagar mi hipoteca?", le dice al juez.
"Esto es el mayor atropello a la libertad de prensa", finaliza Arrabal, que comenta en su canal: "Como decían mis padres: 'Quien tiene padrino, se bautiza. Yo no tengo padrino, qué le vamos a hacer'".