El hiriente mote que le han puesto a Juan Ortega tras plantar a Carmen Otte en el altar: "Jerez no se lo perdona"

A Juan Ortega le costará quitarse de encima el peso de plantar a Carmen Otte en el altar. De aquello han pasado dos meses, pero el entorno de la que fuera su novia no se lo perdona. De hecho, pese a que algunos insistan en que su decisión de no casarse fue valiente -aunque lo decidiera unas horas antes, cuando la ceremonia estaba a punto de arrancar- en Jerez de la Frontera le han puesto un mote que no se ajusta del todo a ese adjetivo. Más bien todo lo contrario.

"El apodo valiente no es precisamente el que ponen a Juan Ortega. Le llaman 'Orteguita el cobarde'. Y no por los ruedos sino por lo que hizo a pie de iglesia", contó este miércoles Beatriz Cortazar en Es la mañana de Federico. "Hay mucha gente en Jerez que no se lo perdona, y de lo que hablan es de lo mucho que 'esta familia ayudó' al Ortega antes de dar el plantón a Otte", señaló la periodista, que negó cualquier posibilidad de reconciliación.

El torero permaneció en paradero desconocido durante semanas tras la cancelación de su enlace hasta que se sintió con fuerzas de hablar. Lo hizo a finales del pasado mes de enero, en una entrevista con Carlos Herrera.

Las contradicciones del torero

"Estaba solo en mi habitación, y la primera persona a la que llamé fue a Carmen, luego a mis padres y luego al cura que nos iba a casar. La conversación con ella fue breve, fue dura, porque tiene poca explicación, pero lo de menos era la boda", contó Ortega.

El diestro reconoció que el paso que dio no fue un impulso, sino que venía meditándolo hacía tiempo, pero que llevó a cabo mal todo el proceso. "Lo gestioné mal, porque son muchas circunstancias, y siempre encontraba un motivo para seguir luchando por la relación". "Al final, es algo que tienes en la cabeza, no fue fruto de un arrebato o un calentón, soy una persona que le gusta pensar las cosas", apuntó.

"Uno va sabiendo cómo enfrentar las cosas, no eres un niño, y son decisiones que uno toma seguro de sí mismo y convencido. Al final son situaciones complicadas, y como suelo hacer siempre que pasan momentos complicados, me refugio en mi gente y en el toreo, que es donde tengo puestas mis ilusiones", dijo, elogiando a su ex: "Solo puedo hablar bien de Carmen, es una mujer extraordinaria, una mujer 10, me ha hecho crecer mucho como persona, como torero". Otte, por su parte, no se ha pronunciado.

Sin embargo, estas declaraciones chocan con la actitud que el torero mostró a su entorno el día anterior a la no-boda. Tal y como pudo saber Informalia, el diestro se citó con su admirado Curro Romero, que celebraba su cumpleaños. "Mañana nos venos en la iglesia", le dijo, lo que demuestra que 24 horas antes de dar el sí quiero a su prometida, tenía la firme intención de casarse con ella.

En sus declaraciones a La Cope no habló de los verdaderos motivos de sus dudas ni mencionó la razón exacta que le llevó a causar tanto dolor a su ex y su círculo cercano, aunque cabe destacar que, tras el escándalo, el torero llenó por completo la plaza a de Valdemorillo el pasado 11 de febrero, fecha en la que regresó a los ruedos. Teniendo en cuenta que el Ortega recogía un público limitado y discreto, su cotización y su fama multiplicaron con la polémica ruptura.

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