Taylor Swift y Travis Kelce, ¿más ricos que los Beckham?: el pastizal que suman las dos personalidades del momento

Tal y como hemos recogido, el efecto Taylor Swift ha convertido a la Super Bowl 2024, celebrada este domingo, en lo más visto de la televisión en EEUU desde la llegada a la Luna. La cantante estadounidense de 34 años y su novio, el jugador de fútbol americano Travis Kelce, de la misma edad, forman una de las parejas más ricas del mundo.

Las fortunas de ambos amasan alrededor de 4 mil millones de libras esterlinas (4.701.335.912,18 de euros), tal y como avanza The Sun. El tabloide británico explica que "están en camino de convertirse en la pareja más poderosa y más rica de la industria del entretenimiento, eclipsando las fortunas y la influencia de Jay-Z y Beyoncé o David y Victoria Beckham".

En el último trimestre de 2023, Forbes publicó que la fortuna de Swift superaba los 1.100 millones de dólares, 360 millones de dólares más que en junio, cuando se situaba en el puesto número 34 de la lista de mujeres más ricas de Estados Unidos. En verano, la cantante dio un gran impulso al sumar alrededor de 190 millones de dólares por la primera etapa de la gira Eras y otros 35 millones de dólares tras las dos primeras semanas de proyección de la película Taylor Swift: The Eras Tour.

La Super Bowl con Taylor Swift como gran estrella

Al interés deportivo por el partido que enfrentó a los Kansas City Chiefs contra los San Francisco 49ers, celebrado este domingo, hay que sumar la expectación que siempre crea la actuación musical del descanso de la Super Bowl (Usher). Sin embargo, este año hubo algo que disparó mucho más la atención de los espectadores: Taylor Swift.

Después de llenar tres veces sus conciertos en Tokio, la cantante logró volar (en jet privado) desde Japón a tiempo para estar en el Allegiant Stadium de Las Vegas y acompañar a su novio en un triunfo en el último minuto, no apto para cardíacos. La intérprete de Lover gritó y bailó desde la grada, celebrando cada jugada y lamentado los fallos de su equipo durante toda la final. Ella compitió con el desarrollo del partido como objetivo número uno de los realizadores, que la enfocaron a cada minuto y no dejaron de emitir sus entusiasmadas celebraciones. La superestrella de la música fue la auténtica protagonista del evento. Tras la victoria de los Kansas City Chiefs, Taylor y Travis protagonizaron un beso que ha dado la vuelta al mundo.

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