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Por qué Emiliano García-Page se divorció en 2020: el extrarradio sentimental del barón díscolo del PSOE

Emiliano García-Page en una imagen de archivo, en las ferias de San isidro

Emiliano García-Page es a sus 55 años el nuevo azote crítico desde dentro del PSOE contra el Gobierno de Pedro Sánchez y su propio partido. El presidente de Castilla-La Mancha, muy próximo este miércoles a varios colegas autonómicos del Partido Popular en Fitur, sitúa al jefe del Ejecutivo "en el extrarradio de la Constitución", unas palabras por las que fue inmediatamente reprendido entre otros por Óscar Puente. El ministro de Transporte y ex alcalde de Valladolid dijo que quien está en las afueras del partido es García Page.

En cuestiones de financiación autonómica está alineado con tres barones conservadores. No es ni mucho menos la primera vez que el barón díscolo planta cara a los actuales líderes de la formación socialista en a que milita. Al fin y al cabo, antes de las elecciones del 23 de julio, cuando se hijo evidente la necesidad del PSOE de contar con los votos de Junts para investir a Pedro Sánchez, en Ferraz pensaban lo mismo que piensa ahora el presidente de Castilla-La Mancha: que la amnistía está fuera de la Constitución. No es Page quien ha cambiado de opinión.

Sin embargo, la exhibición pública de esta discrepancia tiene unas consecuencias políticas que bien conoce el veterano líder toledano que lleva muchos años en el oficio y ganando elecciones, como reivindica frente al actual aparato del PSOE. Emiliano García-Page ha estado a menudo al borde de romper con su partido pero ha aguantado. No le pasó lo mismo en su vida privada: rompió hace ahora algo más de tres años con su mujer después de que se le atribuyera una relación con Raquel Ruiz López, alcaldesa de Elche de la Sierra en Albacete.

La cuestión es que el presidente de Castilla-La Mancha terminó a finales de 2020 con su matrimonio con Yolanda Fernández, con la que se había casado en 1996. Su ex mujer es hija de Ramón Fernández Espinosa, primer alcalde socialista de Puertollano tras la transición, cargo en el que permaneció hasta 1991. Tras casi un cuarto de siglo juntos, el presidente de Castilla-La Mancha decidió abandonar el domicilio conyugal y alquilar una propiedad en solitario en la urbanización toledana de La Legua.

Un hermano gemelo

Durante la pandemia ya estaba separado, y Page situó su residencia en la vivienda habilitada en el Palacio de Fuensalida para el presidente de la Junta. Yolanda Fernández pidió entonces respeto para ella y para los dos hijos fruto de su matrimonio: una chica y un chico.

Considerado como el delfín de José Bono en los inicios de su carrera política, Page ha sido muy crítico con algunas de las decisiones de Sánchez mucho antes de la polemica ley de amnistía que desembocó en los ataques cruzados de este miercoles. El manchego expresó que aprobar las cuentas con Bildu "no tenía un pase" y nunca ha ocultado su descontento y discrepancias con las políticas de socios de su partido en Moncloa como Pablo Iglesias o Yolanda Díaz, remarcando que era lamentable que marcaran la agenda y el ritmo al Ejecutivo.

Emiliano García-Page fue concejal de Toledo, diputado en las cortes regionales, senador, vicepresidente de la Junta y alcalde de la ciudad imperial antes de ostentar el cargo que mantiene la única mayoría absoluta socialista. Nacido en 1968 en el seno de una familia humilde, su madre era ama de casa y su padre trabajaba como encuadernador.

Tiene varios hermanos, uno de ellos es su hermano gemelo, Javier, que se dedica a las relaciones públicas de empresas. Otro, Mario, es catedrático de Morfología en la UNED. Licenciado en Derecho, fue la política el oficio que le llevó a conocer a Yolanda Fernández, quien fue su mujer desde 1996 hasta 2020. Durante su matrimonio tuvieron dos hijos. La mayor, Raquel, nació en 1998 y se graduó en Medicina en octubre de 2022.

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