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Iñigo Onieva ingresa en una clínica de adelgazamiento por 'orden' de Tamara Falcó

Las Navidades le han pasado factura a la marquesa de Griñón, que ha pasado por Miami y Suiza y en vez de traer souvenirs a Madrid se ha traído unos kilos de más. Eso, al menos, es lo que confesó este jueves: "Me he pasado comiendo. Roast Beef, pasta, turrones... He ido a empezar bien el año a una clínica de adelgazamiento". No dijo nada de su marido, pero como prometieron el pasado 8 de julio permanecer juntos "en lo bueno y en lo malo", parece que se lo ha llevado.

No es la primera vez que Tamara carga las pilas en este centro de bienestar situado en el Mediterráneo pero sí lo es para su marido, que prefiere quemar grasas a través del deporte, concretamente del running, que practica a diario. Sin embargo, en esta ocasión, Iñigo ha seguido los pasos de su mujer y lleva ya toda la semana a base de dieta macrobiótica, depuración y tratamientos de bienestar. Según el programa de Sonsoles, ingresaron juntos hace unos días y Tamara salió este jueves para cumplir con su compromiso en El Hormiguero, pero podría haber vuelto para pasar el fin de semana y cerrar el tratamiento el domingo, con Onieva.

El matrimonio ha disfrutado estos días de sus primeras Navidades como casados. Comenzaron en Miami, con toda la familia Preysler al completo (el 24 en casa de Chábeli, el 25 en casa de Enrique Iglesias), y se trasladaron después a Gstaad, la estación de esquí más famosa y exclusiva de Suiza. Despidieron el año en plena naturaleza y rodeados de nieve, acompañados de un nutrido grupo de amigos entre los que se encontraban Álvaro Falcó, marqués de Cubas, y su esposa, Isabelle Junot. Para ellos han sido unas navidades agridulces: las primeras con su primera hija, Philippa, nacida en junio, pero también las primeras sin Marta Chávarri, madre de Álvaro, fallecida de manera repentina a los 63 años en octubre.

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