La marquesa Griñón ha exprimido al máximo sus primeras Navidades como mujer casada al lado Iñigo Onieva: primero en Miami, con toda la familia Preysler, y después voló a Suiza con unos amigos para recibir al 2024 en la nieve. Tamara Falcó confiesa, además, que no se ha cortado a la hora de disfrutar de los manjares típicos de la época y ha tenido que tomar cartas en el asunto: "He pasado unos días en una clínica de macrobiótica".
"He ido para empezar bien el año", ha confesado este jueves en El Hormiguero. "Me he pasado comiendo pasta, roast beef, turrones... He ido para compensar, he perdido lo mismo que he ganado", ha explicado la hija de Isabel Preysler, que ya ha recurrido a esta clínica de bienestar y nutrición macrobiótica en otras ocasiones.
Y eso que Tamara despidió el 2023 haciendo ejercicio en Gstaad, la estación de esquí más famosa de Suiza: "Me engañó mi marido porque me dijo que me fuera con ellos a hacer una excursión en raquetas. Me dijo que era lo mismo que pasear por el pueblo pero por la nieve... Mentira. Después de la primera cuesta que subimos yo ya tenía un pulmón fuera y veo que aquello no termina. Todos compitiendo con los tiempos y yo tuve que parar para tomar un zumo", ha contado entre risas. "No estoy acostumbrada a la nieve. Yo sé esquiar pero siempre he ido a sitios de playa porque mi tío Miguel odiaba la nieve", ha explicado.
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