Bertín Osborne (69) se encuentra en el foco de la polémica tras su tajante reacción al nacimiento del bebé de Gabriela Guillén (31). El presentador contó la pasada semana una entrevista que no pensaba "ejercer de padre", lo que desató un huracán mediático y el enfado de la modelo, que está "fatal" y no quiere saber nada él. De hecho, el cantante intentó ponerse en contacto con ella, pero sus esfuerzos cayeron en saco roto, tal y como avanzó Informalia. Por el momento no han mediado palabra. El propio artista lo ha confirmado en su últimas declaraciones, desvelando, además, cómo se enteró de la llegada de su séptimo hijo.
"Me enteré al día siguiente porque me llamó un amigo común. Nada que decir. Le deseo lo mejor. Y no, no he hablado con ella", ha contado el presentador a Hola, la misma revista a la que declaró que "ayudará" a su ex en lo que le haga falta, pero sin responsabilizarse de su paternidad.
El cantante reconoció que mantuvo una "breve" relación con Gabriela, y que después ella le contó que estaba embarazada. "Yo le dije: 'Mira, como tienes dos opciones, que sepas que yo estaré ayudando en cualquiera de las dos. Pero sí que, a mí, no me toca ahora ser padre otra vez. Yo he decidido que no quiero ser padre. No voy a ser padre'. Ella dijo que 'daba igual', que lo iba a tener igualmente. Es su responsabilidad. Ella ha tomado una decisión que es absolutamente razonable y que yo aplaudo, y por la que no hay ningún problema por mi parte", apuntó.
"Gabriela se ha quedado hecha polvo"
Estas palabras agravaron el malestar de la modelo. "La exclusiva de Hola ha sido un mazazo para ella. Se ha quedado hecha polvo, pero ella sabe que puede sacar adelante a su hijo y es lo que va a hacer. No necesita a Bertín para eso. Ella tiene su trabajo, su dinero y es muy responsable", nos dijo alguien de su círculo cercano.
"Ahora de verdad que no quiere saber absolutamente nada de él. Allá él y su conciencia. Gabriela tiene clarísimo que él es el padre. No necesita hacerse ninguna prueba y mucho menos para que él, como dice en las páginas del semanario que le ha pagado por decir cosas que le dejan muy mal, ejerza como tal o que 'ayude' en la manutención. Es que no le necesita para eso. Por eso ni se ha molestado en contestarle. No quiere hablar con él. Por lo menos, de momento", nos contó el informante.
Bertín, por su parte, pasó estos días, desde el 31 de diciembre, día en el que vino al mundo el pequeño, en su finca de Sevilla. Ni siquiera salió de ella para asistir al funeral de su amigo Paco Arévalo, que falleció de manera repentina el pasado miércoles 3 de enero. La razón es de peso: tiene Covid y eso le ha mantenido en la cama con fuertes síntomas. Incluso tuvo que cancelar el concierto que iba a ofrecer el 8 de enero en Alicante.
Un parto complicado
El parto no fue todo lo bien que esperaba ya que, según contó a una amiga, ella y el pequeño estuvieron a punto de morir. La modelo pasó unos días en casa con su madre, que viajó desde Paraguay al cuidado de su pequeño, que "es lo más grande que tiene". Se siente devastada por todo este asunto, y ahora solo pide respeto, tal y como expresó el pasado lunes a través de un demoledor comunicado.