Tremendo enfrentamiento entre los dos hijos del desaparecido torero Jaime Ostos cuando se cumplen dos años de su muerte (el 8 de enero de 2021 en Colombia). Gabriela, fruto de su primer matrimonio con Consuelo Alcalá, acudió al plató de Sonsoles Ónega el lunes para hablar de la guerra familiar que mantienen por el testamento y Jacobo, hijo de Mari Ángeles Grajal, le ha dado la réplica este martes. Una llamada de teléfono de la primera ha hecho perder los nervios al DJ, que espetaba muy enfadado: "No tienes vergüenza, no quiero saber nada de ti".
Jacobo comenzó su entrevista aparentemente relajado y desmintiendo las palabras de su hermana, que aseguró que tenía buena relación con su padre, que este le había pedido perdón a su madre, Consuelo Alcalá, antes de morir y que cuando llegaron a la casa de la viuda para recoger sus pertenencias, ya lo habían vaciado todo. Según Jacobo, todo mentira excepto dos cosas: es cierto que él no llamó a sus hermanos para comunicarles la muerte de su padre ("Yo estaba llorando a mi padre y no se me pasó por la cabeza avisar a gente con la que ni si quiera tengo relación") y que los tres objetos del diestro que ellos habían solicitado estaban en su poder: "Un capote con el que bautizaron a Jaime pero también a mí y que mi padre me regaló, nunca salió de su boca que ese fuera para Jaime. La Cruz de la Beneficencia me la dio a mí y el cuadro de Ruzafa se lo regaló a mi madre", ha explicado. "Esas tres cosas llevaban 40 años en el salón de mi casa, en mis cajones y como no estaban en el testamento y mi padre jamás dijo que fueran para ellos, pues son mías. No se las voy a dar a gente que nos ha tratado mal".
Ante tales acusaciones, Gabriela se ha puesto en contacto con el programa para entrar en directo por vía telefónica, una opción que ha irritado a Jacobo: "¿Alguien me ha preguntado a mí si quiero hablar con ella? Porque no quiero". La intervención de su hermana, sin embargo, ha durado poco. Al recordar las deudas que afrontó su padre, el más pequeño ha perdido los nervios: "Tienes una mala sangre y una mala baba... ¡Quédate en tu casa y honra a tu padre! No tienes vergüenza, no eres hermana ni eres nada, no quiero hablar nada contigo", decía muy alterado.
Gabriela guardaba silencio mientras Jacobo se desahogaba: "Eres una mentira con patas". Y la acusaba de moverse por interés económico: "Lo que te pica es que no has podido coger un duro. Qué poca vergüenza tus comentarios... Lo que os jode es que os habéis quedado sin dinero porque el chalet era un bien privativo de mi madre. Deja ya de hacer el ridículo y de decir mentiras".
La tensión era evidente en el plató. Sonsoles ha decidido despedir a Gabriela para evitar males mayores, no sin antes darle la posibilidad de responder a su hermano: "No tiene mucha réplica, cada uno se retrata solo. Pido disculpas, no era mi intención dar este espectáculo".