Con mascarilla, gafas de sol y la voz rota. Así ha aparecido la ex de Bertín Osborne este viernes ante los medios de comunicación que esperaban para felicitarla por el nacimiento de su bebé. Ella ha sido rotunda: "Estoy fatal, no puedo más". Y ha pedido entre lágrimas: "Solo quiero criar a mi hijo en paz".
El que tenía que ser uno de los mejores momentos de su vida, convertirse en madre, se ha visto empañado por la última exclusiva del cantante. El pasado miércoles, solo dos días después del nacimiento de su séptimo hijo, aseguró en su revista de cabecera: "He decidido que no voy a ejercer de padre. No me toca". Unas declaraciones muy duras que Gabriela Guillén no esperaba precisamente ahora: "Si resulta que la criatura es mía, me haré cargo de todo lo que sea necesario. Soy un tío responsable. Pero no voy a ejercer como padre".
Ella se ha visto sobrepasada por la situación: el parto (en el que casi mueren ella y el bebé), el desprecio público de Bertín y el interés mediático: "He sido muy respetuosa con todos vosotros y es que no voy a admitir nada más. No podéis estar aquí 24 horas. No puedo salir al médico, no puedo hacer nada. Lo siento muchísimo, he sido súper cordial con todos vosotros pero no puedo permitir esto", ha dicho a los periodistas este viernes. "No me encuentro bien por todo lo que he pasado (…) Estoy fatal, ¿cómo voy a estar? De verdad, ya no puedo más, solamente quiero criar a mi hijo en paz, por Dios".
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