Gente

Soraya Sáenz de Santamaría reaparece radiante junto a su marido en el cumpleaños de Alejandro Sanz

Soraya Sáenz de Santamaría es a sus 52 años una mujer que no puede ocultar la alegría de vivir: es la imagen de la felicidad. Este martes la vimos a la entrada del fiestón organizado por Alejandro Sanz para celebrar su 55 cumpleaños y la ex número dos del Gobierno de Rajoy nos explicó qué le une al cantante: "Somos amigos dese hace mucho tiempo", dijo mientras bajaba del coche junto a su marido, que la acompañó.

Cuando le preguntamos qué le deseaba al autor de Corazón Partío en su 55 aniversario, la ex vicepresidenta contestó: "Toda la felicidad del mundo". También le preguntamos cómo le ve en este momento, en el que ha roto con su novia y ha protagonizado escaramuzas legales con Hacienda: "Le veo como siempre, es tan estupendo y tan maravilloso", añadió. "Le veo recuperado", señaló. Ella también lo está. Y es importante porque llegó a estar algo malita.

La última vez que vimos a Soraya Sáenz de Santamaría en público fue el pasado verano, cuando actuó como vocal de una de las mesas electorales del colegio Sagrada Familia de la calle Jorge Juan de Madrid. Los informativos de TVE se desplazaron hasta el colegio electoral el domingo 23 de julio cuando trascendió que a la que fuera candidata a presidir el Partido Popular tras la marcha de Rajoy y sin duda una de las mujeres más poderosas de España cuando ejerció de ministra y después de número 2 del Ejecutivo le había tocado trabajar de vocal ese domingo tan importante. "Es una experiencia distinta. En la vida hay que acumular experiencias", nos comentó.

Soraya dijo adiós a la política activa en 2018 tras ganar las primarias del Partido Popular. Venció pero fue descartada para presidir el PP después de que Pablo Casado contara con los apoyos de la otra candidata, María Dolores de Cospedal. Recordemos que la otra abogada del Estado y Soraya, con la misma oposición, se llevaron casi siempre como el perro y el gato. Más de un analista ha comentado que aquella decisión en el seno del partido de Génova fue un paso atrás: luego llegó la debacle de Casado y parte de su equipo, la catarsis, y Feijóo, que no ha podido formar gobierno a pesar de que la formación conservadora ganó las elecciones.

Pablo Casado le deseó a Soraya en su retirada grandes éxitos en su nueva andadura profesional y en efecto le ha ido y le va muy bien. Fue fichada por Cuatrecasas, uno de los despachos de abogados más importantes. Soraya está en el área de Mercantil y gestiona asuntos de Corporate Governance y Compliance, además de incorporarse al consejo de administración: "Estoy encantada de volver a ejercer la abogacía y de hacerlo junto al magnífico equipo de profesionales de Cuatrecasas, de cuya experiencia espero seguir aprendiendo en los últimos años", rezaba el comunicado que difundió al llegar a su nuevo trabajo en el sector privado.

También la vimos junto a don Felipe y doña Letizia en verano, justo antes de que los Reyes iniciaran sus vacaciones en Marivent. Soraya asistió a la inauguración de La Galería de las Colecciones Reales, en un acto frente al Palacio Real. El acto, presidido por los reyes Felipe y Letizia. Allí, por cierto, se encontró con otra ex vicepresidenta, la socialista Carmen Calvo.

Pero la mejor de las noticias relacionadas con Sáenz de Santamaría es la relativa a su salud. , sobre la que ella no se ha pronunciado públicamente (ni desmintió) y tampoco ha desvelado la naturaleza del problema que padeció. Cuatro meses después de que surgieran estas informaciones, algunas un tanto alarmantes y alejadas de la realidad, la ex vicepresidenta reapareció en un acto celebrado en su bufete de abogados, en plena forma y con un estupendo aspecto al que ella misma aludió con sus palabras cuando se le preguntó sobre el asunto.

En julio de 2021 informábamos de que la salud de Soraya Sáenz de Santamaría (Valladolid, 1971) pasaba por un momento delicado porque la ex vicepresidenta del Gobierno sufría una dolencia que le obligó a reducir su actividad profesional en el despacho de Cuatrecasas.

Desde el entorno de la vallisoletana nos trasladaron en su día que la situación había generado seria preocupación. También explicábamos, citando a una ex compañera suya de gobierno, que la vallisoletana fue "operada" y que el resultado de la intervención había sido "esperanzador". En marzo, fuentes de su entorno nos dieron la mejor noticia: "Ha podido con ello", nos confirmaron. Las mismas fuentes nos dijeron que estaba "recuperada" y "mucho mejor de salud".

"De mi salud no voy a hablar"

En un principio, y por razones nada difíciles de entender, Sáenz de Santamaría guardó silencio cuando se desveló su situación. Pasado el tiempo, volvimos a verla. Tenía buen aspecto y se limitó a decir: "De mi salud no voy a hablar, pero ya ve cómo estoy", comentó. La ex vicepresidenta compareció en público cuando estalló la crisis del PP. La ex vicepresidenta, rival en su día del defenestrado Pablo Casado en las primarias del PP. Fue sutil al restregar a su ex compañeros de partido, la menos estética de sus guerras internas, y anticipó del algún modo la llegada de Feijóo al vaticinar que España construirá "mejores líderes" cuando la política recupere la "honorabilidad" perdida. Todo un zasca al espectáculo que estaban dando entonces sus ex compañeros de Génova.

En aquel contexto de la guerra fraticida entre los dos bandos del PP, Pablo Casado y Teodoro García Egea, contra Isabel Díaz Ayuso y casi todos los barones del PP, con Feijóo a la cabeza, sus palabras fueron interpretadas por muchos como una crítica hacia la gestión de quien le ganó en las primarias de 2018.

Pero lo importante es que todas las fuentes consultadas se congratulan en informarnos de que Soraya "está bien", como vimos este martes al encontrarla radiante y divertida. La que la que fuera número dos de Mariano Rajoy ha conseguido superar el problema, si bien, nos advierten, "tendrá que cuidarse y pasar las revisiones correspondientes".

Soraya fue durante seis años y medio, hasta la moción de censura que llevó a Pedro Sánchez a Moncloa, el brazo ejecutor de la política del anterior presidente del Gobierno. Sáenz de Santamaría, que cumplió 52 años el pasado 10 de junio, es para muchos y junto a su jefe, el símbolo de una época.

Desde que abandonó la política nos habitual verla en público. Tras salir del Ejecutivo y perder las primarias en el Partido Popular en favor de Pablo Casado, gracias a la 'pinza' de su enemiga María Dolores de Cospedal, solo su papel como consejera electiva en el Consejo de Estado, el máximo órgano consultivo del Gobierno, la mantiene como como servidora pública. El propio Pedro Sánchez la llamó para pedírselo. El Pleno del Consejo de Estado se reúne una vez al mes, y las competencias incluyen asuntos de Estado y anteproyectos de reforma constitucional cuando la propuesta no haya sido elaborada por el propio Consejo de Estado.

Lea también: Soraya Sáenz de Santamaría: la nueva vida (de cuento) de la Ratita Presumida

La abogada del Estado en excedencia fichó en 2019 por Cuatrecasas, en donde se ha especializado en la implantación de sistemas eficaces de gobierno corporativo, prevención de riesgos legales, control de cumplimiento normativo y gestión de crisis.

Fiel hasta el final a Mariano Rajoy, muy cercana a los reyes Felipe y Letizia, la inactividad política le permite ahora viajar, disfrutar de su hijo Iván, y de su marido, Iván Rosa, también abogado del Estado, y alto ejecutivo de Telefónica. Ellos son quienes siempre le han apoyado, sobre todo los complicados últimos meses de su mandato, en los que vio cómo su jefe y gran protector Rajoy perdía el cetro de poder ante la moción de censura de Pedro Sánchez. La derrota ante el socialista fue el preludio a un nuevo varapalo: el fracaso de su candidatura a presidir el PP tras la salida de Mariano. Pablo Casado le ganó la partida con la ayuda de Cospedal. Y Soraya cedió el paso con elegancia.

Consciente de que su importancia en el partido había perdiendo fuelle, Sáenz de Santamaría, de memoria tan prodigiosa como la de su ex jefe Rajoy, prefirió retirarse de la esfera pública para volcarse la empresa privada pero sobre todo en su esposo y su hijo, con quienes reside en un chalet de Fuente del Berro, en Madrid. La casa tiene varias plantas y una superficie de 231 metros cuadrados sin apenas jardín pero con una pequeña piscina.

Una de las primeras comparecencias públicas de Soraya desde que dejó la política tuvo lugar el día de su toma de posesión como miembro del Consejo de Estado, en noviembre de 2018. Declaró entonces que veía "con distancia" el panorama político y dijo que personalmente vivía un "momento reflexivo y tranquilo". A la mujer que hubiera podido convertirse en la primera presidenta del Gobierno de nuestra historia nadie puede negarle su fuerza y su capacidad de lucha.

WhatsAppFacebookTwitterLinkedinBeloudBluesky