La muerte del actor Matthew Perry, cuyo cadáver fue hallado el pasado 28 de octubre en su piscina en Los Ángeles (Estados Unidos), fue "accidental". Así lo determina la autopsia final, que ha trascendido este viernes: "Sufrió los efectos agudos de la ketamina", ha afirmado el Departamento Médico Forense de Los Ángeles.
El informe añade: "Los factores que contribuyeron a la muerte de Perry incluyen ahogamiento, enfermedad de las arterias coronarias y los efectos de la buprenorfina (utilizada para tratar el trastorno por consumo de opioides). La forma de muerte es accidente", detalló.
Hay que recordar que el actor, que encarnó al famoso personaje de Chandler Bing en Friends durante 10 años, arrastraba serios problemas de adicciones desde la década de los 90. "Estaba metido en un problema muy gordo; mi vida era un infierno", afirmó en una entrevista. Perry ingresó en varias ocasiones en carísimos centros de desintoxicación: "He gastado más de 9 millones de dólares intentando desengancharme".
A sus 54 años, atravesaba una buena época. Llevaba meses en tratamiento y había vuelto a practicar deporte. De hecho, horas antes de su muerte había estado en el club jugando al pickleball, un híbrido entre el tenis y el pádel que está en auge en la cultura estadounidense. Los testigos que vieron al actor jugando horas antes de fallecer admiten que estaba "de buen humor", según reconocieron a TMZ. Según su entrenador, el actor utilizaba el deporte como salida para seguir sobrio tras décadas de lucha contra la adicción a las drogas y el alcohol. De hecho, Perry también estaba ayudando a otros con su recuperación a través del deporte: "Tenía tantas cosas que hacer en su centro de rehabilitación y tratar de que la gente estuviera limpia. Siempre estaba tratando de ayudar a la gente".
Matthew Perry y su adicción a las drogas
El reconocido actor de Friends se sinceró en sus memorias de 2022, Friends, Lovers and the Big Terrible Thing, sobre su adicción al consumo de drogas y de alcohol. Incluso llegó a confesar que estuvo dos semanas en coma a causa del consumo de drogas por un grave problema en el colon. Perry narra en ese mismo libro que llegó a tomar 55 pastillas de Vicodin -un analgésico derivado del opio- al día. "Entre la tercera y la sexta temporada estuve un poco ido. Fueron años difíciles. No podía parar porque la enfermedad y la adicción son progresivas".
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