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Rapado, con el rostro cubierto y arropado por sus padres: así ha sido la cuarta visita judicial de Daniel Sancho

El tribunal provincial de Samui ha celebrado este martes la vista en la que la defensa y la fiscalía han presentado sus pruebas y testigos en el caso de Daniel Sancho, acusado del asesinato del colombiano Edwin Arrieta, y el juez ha fijado la fecha del juicio, que se celebrará del 9 de abril al 3 de mayo. Se desarrollará durante días laborables, de martes a viernes. El nieto de Sancho Gracia ha conocido las novedades en su cuarta visita a los juzgados, en la que se le ha podido ver muy serio, con la cabeza rapada y el rostro cubierto por una mascarilla.

El joven chef ha sido desplazado desde la cárcel de Koh Samui hasta los juzgados. En las instancias judiciales también han estado sus padres, el actor Rodolfo Sancho y la analista de inversiones Silvia Bronchalo, que el pasado 27 de noviembre también acudieron por separado a la corte. Desde el 7 de agosto se encuentra en prisión provisional y es defendido en la corte tailandesa por un abogado de oficio. El letrado es Aprichat Srinuel, asignado por el juez del caso el pasado 15 de noviembre, después de que rechazara los servicios de su anterior abogado, también de oficio.

La Fiscalía tiene como objetivo probar que la muerte de Arrieta se debió a un asesinato premeditado por parte de Sancho, mientras que la defensa busca demostrar lo contrario para evitar una posible pena de muerte. Alegan que el hijo de Rodolfo Sancho era objeto de supuestas amenazas y acoso por parte de la víctima. Sancho se ha declarado no culpable de dos de los tres delitos de los que le acusa la Fiscalía, asesinato premeditado y destrucción de documentación ajena (en referencia al pasaporte de Arrieta).

El acusado sí ha admitido un tercero, el de hacer desaparecer partes del cuerpo de la víctima, halladas en varios lugares de la isla de Phangan (cercana a Samui). Sancho, de 29 años, y Arrieta, el fallecido cirujano plástico colombiano de 44 años, se conocían desde el año pasado y quedaron en Phangan el pasado 2 de agosto, día en el que tuvo lugar el supuesto crimen. El joven fue detenido el 5 agosto tras confesar el crimen ante la Policía de Tailandia, país que contempla la pena de muerte para el asesinato premeditado.

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