Malabares hay que hacer para encajar todas las informaciones que florecen en torno a Juan Ortega, el novio a la fuga, y Carmen Otte, la novia plantada. El paradero de ambos ha sido todo un misterio desde que la boda no se celebrara el pasado sábado, cuando estaba previsto que se dieran el "sí, quiero" ante la atenta mirada de 500 invitados.
Todo parece indicar que el torero viajó hasta el pequeño municipio de Checa, en Guadalajara, para refugiarse del tormentón. Allí tienen casa sus padres. No obstante, hay quien apunta a que en estos momentos se encuentra resguardado en la finca de un buen amigo. Otros afirmaron haberle visto este jueves por la mañana rezando, hecho polvo, en una iglesia del Barrio Salamanca de Madrid, según han apuntado en Telecinco.
Por otra parte, Carmen Otte desapareció del mapa tras el plantón. No está ni en Jerez, ni en Sevilla. Este viernes ha trascendido que está en Rota, Málaga, apoyándose en los brazos de una buena amiga que la ha acogido en su casa para resguardarla del mal temporal.
La decepción que la joven cardióloga sintió fue tal que lanzó su vestido nupcial por la ventana.
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