Si el año pasado la marquesa de Griñón y su entonces prometido viajaron a Laponia para disfrutar del ambiente navideño en tierras de Papá Noel, este año han vuelto a coger la ropa térmica y el gorro para evitar congelarse en Lituania, donde recorren Vilna, la capital, a siete bajo cero.
Pero ni las temperaturas extremas (la sensación térmica es todavía menor por el grado de humedad) le borran la sonrisa a la pareja. Tamara Falcó e Iñigo Onieva comparten aventura con unos amigos y han presumido de estampa navideña desde el caso antiguo de la ciudad, uno de los mayores de estilo barroco del mundo, donde se encuentra también la Iglesia Ortodoxa de San Constantino y San Miguel, también conocida como la Iglesia de los Romanov y consagrada en 1913.
La pareja también ha aprovechado el viaje para disfrutar de una de sus mayores pasiones: la cocina. Tamara e Iñigo han probado la gastronomía lituana, donde destacan los guisos de carne con champiñones y guisantes (para entrar en calor), así como las sardinas y el caviar.
A su vuelta a España, la marquesa y su flamante esposo vivirán sus primeras navidades como casados y lo harán en Villameona, la casa de Isabel Preysler: "Este año toca con mi familia los dos días, Nochebuena y Nochevieja, la que viene ya estaremos con la de Íñigo", desveló Tamara hace unos días.
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