Veinte días después de que saltara el escándalo, la brasileña que interpuso una demanda contra el ex de Lara Dibildos por un presunto delito de agresión sexual ha retirado todos los cargos. Este jueves, la mujer se ha presentado en sede judicial y ha renunciado ante la magistrada a ejercer acciones civiles ni penales en contra de Cándido Conde-Pumpido, asegurando que ni ella ni el abogado se encontraban aquel día en las mejores condiciones.
Han sido casi tres semanas de auténtica pesadilla para el hijo del presidente del Tribunal Constitucional, que conoció a esta mujer brasileña pocos días antes de romper su relación con Lara Dibildos. Según relató ella misma en su denuncia, acudió a la casa del abogado y lo encontró, junto a otros dos amigos, de fiesta. Aseguró que todos ellos pretendían mantener relaciones sexuales con ella y se negó: "Corrí hacia una habitación y allí Cándido me agarró del pelo y me agredió vaginal y analmente".
Conde-Pumpido y sus acompañantes se declararon inocentes y tras pasar la noche en los calabozos, la jueza de guardia les concedió la libertad sin medidas cautelares. Su letrado aportó, para demostrar su versión, las imágenes de las cámaras de seguridad repartidas por la casa del denunciado, que recogían a la denunciante fuera de sí, gritando y golpeando la puerta de la vivienda.
La situación ha pasado factura a Conde-Pumpido, que arrastraba problemas mentales desde hacía años, y le provocó un agravamiento de sus síntomas que le obligó a solicitar los servicios de urgencias médicas en un conocido hospital. Finalmente, fue ingresado en un centro psiquiátrico a petición de su familia y tras un presunto intento autolítico por su parte.
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