La Fiscalía ha pedido 9 años de cárcel para el exfutbolista del FC Barcelona Dani Alves, acusado de un delito de agresión sexual por violar presuntamente a una joven en el reservado de una discoteca de Barcelona en diciembre del año pasado, y una indemnización de 150.000 euros para la presunta víctima, según han informado a EFE fuentes jurídicas.
A mediados de mes, la Audiencia de Barcelona acordó enviar a juicio al brasileño. Los hechos se remontan al 30 de diciembre de 2022, cuando Alves disfrutaba de una fiesta entre amigos en el local de la Ciudad Condal. Allí tuvo un encuentro con una joven que, según él, fue totalmente consentido.
La declaración de la joven, de 23 años, pone los pelos de punta: "Él se sentó y yo le empecé a decir: 'Me tengo que ir, me tengo que ir'. Él me levantó el vestido y me hizo sentarme encima de él. Yo recuerdo decirle: 'No puedo'. Y él me empezó a decir muchísimas cosas. Me insistió en que le tenía que decir que era su putita y a partir de ese momento recuerdo resistirme. Me subió el vestido y me hizo sentarme encima suya". Y continuó: "Me hizo daño en la rodilla y me quedó una herida... Él intentó que le hiciera una felación. Yo me apartaba todo el rato, hasta que me cogió del cuello y me empezó a dar bofetadas".
El ex jugador de los Pumas mexicanos se encuentra en prisión provisional en la cárcel de Brians 2 desde hace 10 meses. Su ex mujer, Dinorah Santana, era uno de sus apoyos más acérrimos, pero ahora le ha dado la espalda y lo acusa de haberla utilizado a ella y a sus hijos en común por una publicación que Alves compartió recientemente desde la cárcel. Mientras, su esposa, Joana Sanz, ha paralizado los trámites de divorcio que comenzó tras anunciar su ruptura.