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Iria, la nieta de Fernández Tapias, calienta la guerra familiar: "Ahora sí se sabrá toda la verdad"

Está destrozada. Era una de las nietas favoritas de Fernando Fernández Tapias, su ojito derecho, y no la han dejado despedirse de él. Iria ha guardado silencio por mandato de su padre y respeto hacia su abuelo, pero anuncia que ese silencio ha llegado a su fin tras la muerte del empresario naviero: "Ahora se sabrá toda la verdad".

Escueta pero directa. Así se ha mostrado Iria Fernández Tapias este martes en ABC. Hace un año fue bastante más explícita en cuanto a la situación familiar que atravesaban: "¡No me dejan verlo! No sabemos nada de su estado de salud. ¡No puede ser! No nos pueden negar ese derecho de poder disfrutar de él. Todos sus nietos lo adoramos. Y él a nosotros. Me genera una tristeza horrible que le pase algo, por ejemplo, que no lo pueda ver nunca más", decía a El Mundo. Algo que, finalmente, sucedió.

Unos meses antes, se deshacía en elogios hacia él en Hola: "Mi abuelo es mi héroe. Es un modelo a seguir y lo ha conseguido todo siendo humilde. Yo quiero ser como él. Tener mi propia empresa, montar mi imperio y seguir su legado". Y añadía: "Que nunca tire la toalla, que siempre luche por lo que quiero y que estudie. Me ha contagiado su ambición".

Una familia rota

La tensión familiar entre los hijos mayores de Fernández Tapias y Nuria González estuvo presente durante la despedida del empresario. La viuda retiró las coronas de flores encargadas por sus hijastros e incluso les impidió pasar a la sala de incineración

La guerra comenzó en 2019, cuando Fernando, Iñigo, Borja (fruto del matrimonio entre Fernández Tapias y Chiqui Riva de Luna), Juan Carlos y Sandra (nacidos de su segundo matrimonio con Juana García-Courel) interpusieron una demanda para incapacitarlo legalmente después de ciertos movimientos empresariales a favor de Nuria González. La justicia les dio la razón e incapacitó parcialmente a Fernández Tapias, asignando las decisiones jurídico-administrativas a Florentino Pérez y las médicas a su viuda. Desde entonces, el empresario cortó toda relación con ellos, una afirmación que algunos (como el abogado Santiago Ortiz) desmienten: "No fue él quien alejó a sus hijos, fueron otros quienes los apartaron".

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