La actriz continúa eufórica tras el nacimiento de la pequeña Ana Sandra, concebida gracias a un vientre de alquiler. La niña ya ha cumplido siete meses y pese a que Ana Obregón asegura que le ha devuelto la vida y la felicidad, sigue teniendo una espinita que no la deja vivir en paz: Alessandro Lequio, abuelo de la bebé, todavía no la conoce. Ella no se da por vencida: "Mi casa está abierta".
La presentadora ha visitado este martes el programa de Ana Rosa Quintana, íntima amiga de Alessandro Lequio. La bióloga no ha querido contar por qué el conde italiano no conoce todavía a su nieta pero sí le ha mandado un mensaje: "Mi casa y mi puerta están abiertas para ti. Anita es la hija de tu hijo y creo que Aless sería muy feliz si pudieras abrazarla. Estoy deseando que conozca a tu hija y la de María y me encantaría que vinierais a casa porque Aless se lo merece. Anita se ríe cuando te ve, creo que está deseando conocerte".
Ana Rosa la ha animado a desvelar el motivo de su distanciamiento con Lequio: "Yo lo sé y no puedo decirlo, pero me da mucha pena porque sé que os queréis mucho". A lo que Obregón respondía: "Yo no entiendo por qué no conoce a la niña. Él me animó a hacerlo, me acompañó al notario para firmar el testamento de Aless, me ayudó a todo... Me escribía todos los días, me ha cuidado mucho".
Y añade: "Yo quiero a Alessandro con toda mi alma. Él ha querido guardar silencio pero yo no, porque el mayor orgullo de mi vida es ser la mamá de Aless. Respeto su decisión de no hablar pero yo quiero que cada día de mi vida sea un homenaje a mi hijo y a cada una de esas personas que luchan contra el cáncer, son héroes".
El bautizo, en diciembre
De hecho, Obregón está organizando el bautizo de Anita y adelanta: "Será en diciembre y habrá muchos homenajes a Aless. Llevará el traje que han llevado todos mis sobrinos". Una fiesta multitudinaria a la que no faltarán amigos y familiares: "Mi niña tiene 12 tíos y tres primos, pero nacerán más. Nunca va a estar sola".
Ana asegura que su nieta le ha "devuelto la vida" y hace oídos sordos a todas las críticas que recibe desde que nació el pasado mes de marzo: "Tengo en mi casa un pedacito de mi hijo, con su sangre, con su sonrisa. A los políticos les vino muy bien lo mío, fue una cortina de humo para sus chapuzas: Puigdemont, la Ley del Solo sí es sí...". Y afirma: "Esto no es un capricho, yo he pensado en todo, en el futuro de la niña, quién la cuidará cuando yo no esté... Anita tiene la alegría de vivir que tenía mi hijo y hará todas las cosas que él no pudo hacer. Irá al mismo colegio que fue Aless y sabrá quién es su padre y dónde está".
