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Sara Carbonero se sincera sobre su salud y desvela cuál es el error que "no volvería a cometer"

Sara Carbonero se ha sincerado sobre su estado de salud y los errores que nunca más volvería a cometer tras los altibajos que ha experimentado en los últimos años, marcados por el tumor en el ovario que le diagnosticaron en 2019 y el infarto que sufrió su exmarido, Iker Casillas, casi al mismo tiempo. Cuatro años después, la periodista dice que ahora vive una vida más relajada, lo que le hace mucho bien.

"Todo lo que he querido contar lo he ido contando. Estoy bien, cuidándome muchísimo porque en la vida hay enfermedades, muchas por desgracia autoinmunes, que se tienen que abarcar de una manera multifuncional", explicó la periodista, de 39 años, en una conversación con InStyle.

La comunicadora ha aprendido cuán importante es llevar una vida saludable, centrada en el autocuidado y volcada en las cosas que realmente importan. "Hay que cuidar la salud física y mental, y me encanta que haya dejado de ser tabú y se hable sobre ella", avanzó en la entrevista.

Una vida más calmada

Carbonero se siente "cada vez más fuerte" y está "encontrándose" a ella misma, tanto a nivel profesional como personal. Para ella, la clave reside en encontrar el equilibrio y que el mundo laboral no afecte a la vida privada.

En este sentido, explicó que tiene proyectos nuevos en mente, aunque prefiere trabajar en ellos con serenidad: "Sigo queriendo cosas porque echo en falta los medios, pero me ha sentado bien respirar". Y es que la prioridad de la presentadora es su familia.

Sabe qué es lo que no volvería a hacer con tal de estar cerca de sus hijos, Martín, de nueve años, y Lucas, de siete. "Ahora me falta un poquito de rock & roll. Mi cabeza está bien cuando está más ocupada, pero no volvería a hacer algo que me estresara o con un horario que me impidiera estar con mis hijos", expresó Carbonero, que, tras vivir una vida frenética en Madrid, se mudó a Oporto junto al ex jugador del Real Madrid.

Una "segunda vida"

En la ciudad portuguesa se sumergió en el Slow life -un estilo de vida basado en vivir prestando atención al presente, con lentitud y poniendo el foco en lo importante-. Tras romper con el deportista y volver a instalarse en Madrid, inició una relación con Nacho Taboada, su actual pareja, y retomó su vida profesional como presentadora en la radio -y creadora de su propia firma de ropa junto con su amiga Isabel Jiménez-.

"Hay un momento en la vida, ya sea por una enfermedad, por una depresión, por un problema laboral o sentimental, que te das cuenta que esto son dos días; la vida es un regalo y, efectivamente, la empiezas a vivir a tope cuando descubres que ha empezado la segunda", zanjó la periodista.

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