Más allá de la fama, Linda Evangelista ha vivido años convulsos, marcados por la enfermedad y problemas de salud mental. La supermodelo ha hablado siempre cuidadosamente de ello, esperando el momento idóneo para sincerarse. Y lo mismo ha hecho en Las Super Modelos, documental que se estrenó hace unos días en Apple TV+, y en el que la estrella canadiense revela que fue víctima de malos tratos.
La top model relata, por primera vez, el infierno que atravesó durante su relación con Gérard Marie, exdirector de la prestigiosa agencia de modelos Elite Model. "Él sabía que no debía tocarme la cara, no tocar nada con lo que se generase dinero", explica en el documental.
Aunque se llegó a rumorear que en su relación había malos tratos, ninguno de los dos lo había confirmado. Sin embargo, ha pasado el tiempo suficiente como para que Evangelista se haya sentido con fuerzas de hablar.
"Me dijo que me daba el divorcio solo si él se quedaba con todo. Al menos estaba a salvo y pude recuperar mi libertad", apunta la supermodelo, que se separó del empresario en 1993. Poco después, Marie fue acusado de agresión sexual por parte de varias mujeres.
Problemas de salud
Las últimas declaraciones de la modelo llegan después de que el pasado mes de septiembre se sincerara sobre su estado de salud. Evangelista fue diagnosticada de cáncer de mama hasta en dos ocasiones en solo cinco años.
En 2018 se sometió a su primera intervención, tal y como contó a The Wall Street Journal: "Me lo detectaron después de mi mamografía anual. Los resultados no eran buenos y, por otros factores de salud, opté por una mastectomía bilateral. Pensando que iba a estar bien ya de por vida. Que el cáncer de mama no iba a matarme".
Un tiempo después, llegó su segundo diagnóstico, del que también se recuperó. "Sé que tengo un pie en la tumba, pero estoy totalmente en modo celebración". Tras todo lo sufrido, explicó: "Estoy muy feliz de estar viva. Todo lo que venga ahora es un bonus".
"No soy capaz de mirarme en el espejo"
Además, en febrero de 2022, una imagen de la modelo dio la vuelta al mundo por su evidente cambio físico. "No soy capaz de mirarme al espejo", confesó en la portada de People. Previamente había recurrido a la empresa CoolSculpting para rejuvenecer el rostro, pero el resultado no fue el que esperaba.
A partir de 2016, la supermodelo empezó a tratarse contra una hiperplasia adiposa paradójica, enfermedad que desarrolló como consecuencia de la criolipólisis que le habían aplicado. A través de operaciones estéticas y tratamientos logró sentirse poco a poco mejor consigo misma.
El pasado verano protagonizó una histórica portada de Vogue otras grandes de su generación: Cindy Crawford, Christy Turlington y Naomi Campbell.