Will Smith ha hablado sobre las confesiones que su exmujer, Jada Pinkett, comparte en su nuevo libro, Worthy, que llega a las librerías este martes. En una carta a The New York Times, el actor admite sentirse arrepentido por no haber sido lo suficientemente cariñoso con la intérprete, de la que lleva separado más de siete años, tal y como se lee en las páginas de la autobiografía.
"Cuando has estado con alguien durante más de la mitad de tu vida, se produce una especie de ceguera emocional", avanza en la misiva, en la que, con ternura, entona el mea culpa: "Puedes perder con demasiada facilidad tu sensibilidad a sus matices ocultos y bellezas sutiles".
Cuando el ganador de un Oscar accedió a los testimonios de la artista en su libro, se dio cuenta de que esta "había vivido una vida más al límite" y que es "más resistente, inteligente y compasiva" de lo que él pensaba. Y es que en Worthy se leen algunos episodios vitales de la actriz que fueron realmente duros. Por ejemplo, que sus padres consumían drogas con frecuencia y que ella misma las había vendido en su juventud. También que combatió contra la depresión y que atravesó pensamientos suicidas.
El pasado fin de semana, en el podcast On Purpose, el protagonista de Soy leyenda felicitó a su exesposa por su valentía. "Te aplaudo y te honro", dijo, y volvió a dirigirse a ella desde el cariño: "Si hubiera leído este libro hace treinta años, definitivamente te habría abrazado más... Empezaré ahora mismo".
Jada habló por primera vez de su ruptura con el intérprete en una entrevista que ofreció en NBC News con motivo de la publicación del libro: "Todavía estamos viendo cómo nos arreglamos. Hemos hecho mucho trabajo duro juntos. Sentimos un amor profundo el uno por el otro y vamos a descubrir cómo es para nosotros", explicó. Un detalle que llamó la atención de los seguidores de ambos, que conformaban, a los ojos del resto, uno de los matrimonios más sólidos de Hollywood.
Separados, pero no divorciados
De hecho, nadie esperaba que su relación estuviera rota cuando, el pasado año, se convirtieron en los protagonistas de la gala de los Oscar, y no precisamente por sus méritos en la interpretación: el artista le propinó un puñetazo al humorista Chris Rock cuando este, desde el escenario, bromeó sobre la alopecia de la actriz, una enfermedad que le ha provocado severos problemas de salud mental. La inesperada reacción del actor -muchos pensaron que formaba parte del guion de la gala- dio que hablar durante semanas.
Por aquel entonces, ambos llevaban más de seis años separados. En una entrevista con Tidal, el intérprete contó que prefería no usar la palabra "matrimonio" para hablar de su vínculo con la artista: "Preferimos referirnos a nosotros como compañeros de vida, que es lo que ocurre cuando entras en ese espacio en el que te das cuenta de que literalmente vas a estar con la otra persona el resto de tus días".
Cabe resaltar que están separados, pero no divorciados. Aunque ambos tomaran caminos separados, viviendo incluso en hogares distintos, nunca llegaron a firmar el divorcio. Fue la actriz quein lo contó a People: "Hice la promesa de que nunca habrá una razón para que nos divorciemos. Trabajaremos en lo que sea".
Ambas estrellas contrajeron matrimonio en el año 1997 y tienen dos hijos en común, Jaden, de 25 años, y Willow, de 22. A ellos se une otro descendiente del actor, Trey, de 30 años. El joven nació de su anterior matrimonio con Sheree Zampino.
