El escándalo del presidente de la RFEF está arrastrando a toda su familia. Mientras el propio Luis Rubiales sigue 'desaparecido' y alejado del foco mediático, su madre ha acaparado toda la atención con una huelga de hambre desde el interior de la iglesia Divina Pastora de Motril. Su padre, ex teniente de la localidad, está desesperado: "Muy mal, muy mal...".
Luis Manuel Rubiales López apoyó a su hijo durante la bochornosa rueda de prensa en la que se negó a dimitir. Desde entonces, la situación se ha enrevesado tanto que ha llegado hasta los tabloides británicos y el que fuera alcalde de Motril por el PSOE ha quedado ya fuera de juego: "Es mejor que no haga ningún tipo de declaraciones. Gracias por el interés", ha dicho este martes con la voz tomada. Ni si quiera se le ha visto en las inmediaciones de la iglesia en la que se ha atrincherado su esposa, que está acompañada por una cuñada.
Luis Manuel estudió Psicología y comenzó su vida laboral como docente en Primaria, época en la que vivió en Canarias y donde nació su hijo Luis. De vuelta en Granada, arrancó su carrera política en el PSOE y estuvo al frente de la alcaldía durante dos legislaturas consecutivas con el apoyo de Izquierda Unida. Después, dejó la formación roja y pasó a Convergencia Andaluza.
También fue delegado de Empleo de la Junta de Andalucía en Granada y en 2020 se enfrentó al momento más delicado de toda su carrera política: la fiscalía sevillana pidió tres años de prisión y una inhabilitación en los cargos públicos de ocho años y tres meses por el caso de los ERE. Actualmente, está jubilado y vive en Motril junto con su mujer.