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Daniel Sancho y la hibristofilia: por qué te 'enamoras' de un asesino

El fenómeno ha llegado a las redes y está dejando helados a miles de usuarios: personas que admiran a Daniel Sancho tras confesar que mató y descuartizó al cirujano colombiano Edwin Arrieta. Lo defienden, lo encuentran atractivo y hasta manifiestan enamoramiento por su persona bajo el hastag 'Free Daniel Sancho'. No es la primera vez que sucede: Miguel Carcaño (asesino de Marta del Castillo) o Sergio Morate (mató a Marina Okarinska y Laura del Hoyo en Cuenca) tenían su propio club de fans. Se llama Hibristofilia y se trata de un trastorno que provoca una potente atracción sexual hacia por personas que han cometido un delito o que pueden resultar potencialmente violentas o peligrosas.

El término fue definido inicialmente en 1986 por el Dr. John Money para caracterizar una parafilia por la que una persona se excita sexualmente por una pareja que tiene un historial depredador de ultrajes perpetrados a otros. Los estudios demuestran que es un trastorno que afecta a un mayor número de mujeres aunque no existe un patrón definido: no se trata necesariamente de mujeres de nivel socioeconómico bajo, o sin educación, sino que se conocen casos de profesionales y de personas de todos los grupos sociales.

Las mujeres que se sienten atraídas por asesinos, especialmente los asesinos en serie, suelen tener entre 30 y 40 años, según un artículo de Psychology Today, y explican que en una fase inicial también se manifiesta en adolescentes que sienten una atracción idílica por los "chicos malos" que siempre están envueltos en situaciones complicadas.

Pasiva y agresiva

Existen dos tipos de hibristofilia. La primera, conocida como pasiva, afecta a aquellas personas conocidas como 'groupies de los asesinos seriales' que envían cartas a los hombres que están en prisión pero no tienen interés en formar parte de las actividades delictivas. Muchas de estas mujeres afirman tener fantasías de rescatar a los hombres, creen que nunca les harán daño a ellas y que pueden cambiarlos.

Por el contrario, la agresiva, hace que las personas que la sufren quieren formar parte de la 'agenda criminal' y ayudarán a sus parejas, convirtiéndose en cómplices en sus coartadas.

Los expertos afirman que existen dos motivaciones en las personas que sufren hibristofilia: aquellas seguras de ser las únicas que ven el 'lado bueno' del asesino y creen que pueden convertirlo en una buena persona y las que buscan la misma fama que el delincuente para aparecer junto a él en los medios.

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