Muy enfadada. Así está la empresaria paraguaya después de que se haya desvelado el sexo del bebé que espera junto a Bertín Osborne: un varón. Gabriela Guillén manifestó hace semanas que quería vivir esta etapa lejos del foco mediático y no le ha hecho ninguna gracia la filtración: "No puedo confiar en nadie".
Y es que la reportera de El programa del verano no solo ha comunicado que el bebé será un niño sino también que la madre no se lo tomó demasiado bien: "Tenía muchísima ilusión porque fuera niña, de hecho la iba a llamar Martina…".
Guillén, que descansa estos días en la playa junto a un grupo de amigas, ha recurrido a las redes sociales para compartir su enfado: "Se ha vendido mi vida sin mi consentimiento y yo no estoy en condiciones... No me apetece vender mi vida. Os pido respeto en cuanto a mi vida privada, no voy a decir nada, de mi bebé tampoco". Y ha añadido: "Estoy muy cansada de todo lo que se está diciendo, de que sigan inventando cosas... No puedo confiar en nadie".
Bertín se despacha en Elche
La intervención de Gabriela llega tan solo dos días después de que su ex y padre de su hijo utilizara el escenario de Elche, donde actuaba, para quejarse de los medios de comunicación: "Aunque hay gente que dice que sabe, no sabe de verdad. Ni en la televisión, ni en la música, ni en el vino. Las he probado las tres". Y añadió: "Llevo toda mi vida encontrando inútiles".