Tercera noche de prisión en Koh Samui para el hijo de Rodolfo Sancho, autor confeso de matar y descuartizar el pasado fin de semana al cirujano colombiano Edwin Arrieta. Antes de ingresar en el centro penitenciario, donde se encuentra aislado en el área hospitalaria, pudo despedirse de sus amigos y familiares mediante un mensaje: "Estaba defendiendo mi vida y la de todos los que quiero".
El nieto de Sancho Gracia, que tuvo acceso a un teléfono móvil con el que contactó incluso con periodistas, justificó su crimen y se disculpó con sus seres queridos: "Siento que estéis teniendo que ser de esas personas que sufren esto. Me estaba amenazando tanto a mí como a mi familia. Algún día sabréis toda la verdad".
Sancho ha sido acusado de asesinato premeditado por la policía tailandesa, que asegura tener indicios suficientes para sostener dicha acusación, castigada en el país con la pena capital. El director de la prisión de Koh Samui donde se encuentra Daniel ha hablado este miércoles con medios españoles asegurando que el reo se encuentra "nervioso" y que está recibiendo "medicación para estar tranquilo". También que comparte celda de aislamiento con otros cinco presos, que duermen en una esterilla en el suelo y que le han cortado el pelo, que lucía largo hasta el pasado lunes.
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