Cristina Pedroche, que se convirtió en madre primeriza de la pequeña Laia el pasado viernes 14 de julio, ha sido una de las protagonistas indiscutibles del fin de semana por el vídeo que publicó presumiendo de figura post-parto: "Tres semanas y dos días de posparto. Aquí no hay suerte ni milagros, hay mucha preparación antes y durante el embarazo. Vida saludable, deporte, comida sana y meditación". Junto a estas palabras, colgó unas imágenes frente al espejo, posando en bikini.
Las redes sociales, tanto Twitter como Instagram, se convirtieron en un auténtico hervidero. Algunos recordaron que con una acomodada posición económica y tiempo de calidad resulta más llevadero llevar todo el proceso, desde el preparto, al parto y el postparto. En definitiva, le achacaron que ella no vive una maternidad real como la de la inmensa mayoría de mujeres.
Tras los miles y miles de comentarios recibidos, la mujer de Dabiz Muñoz escribió este domingo por la noche en su cuenta de Instagram: "Es agotador tener que explicar cada cosa que hago y tener que recibir todo este odio siempre. La culpa es mía por compartir, no pensaba que se iba a liar todo esto".
A continuación, trató de justificarse: "No he dicho que ese sea el cuerpo que se le tiene que quedar a nadie después de dar a luz. Es mi cuenta y hablo de mi caso personal, no hablo de otras mujeres".
En este sentido, recordó que también ha hablado de la otra cara del embarazo: "He hablado de lo duro que han sido las grietas en el pecho por los primeros días de lactancia, de todas las sombras que estoy teniendo en el postparto y de que hasta he necesitado psicóloga perinatal".
La presentadora de Password y de las Campanadas de Antena 3 añadió también: "Si he compartido mis entrenamientos y la comida, es para motivar a llevar una vida sana. Pero repito, esta es solo mi cuenta personal".
Por otro lado, Pedroche reconoció que todas las polvaredas levantadas en redes sociales le acaban pasando factura: "Estoy descansando muy poco, no me he separado de mi hija ni un segundo desde que nació, y el cansancio y todo este revuelo siempre me pasa factura. Tengo que protegerme y cuidar mi salud mental, por mí y por mi hija".
Por último, terminó la publicación con un dardo a sus detractores: "Gracias a los que entendéis y me apoyáis y a los que no, a los que me deseáis esas cosas tan feas, a los que me insultáis, a los que me mandáis todo este odio... Os abrazo, porque está claro que necesitáis más amor en vuestra vida. Feliz verano a todos", sentenció.