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El chófer de María Teresa Campos, a punto de estallar: Gustavo no puede más con Terelu y Borrego

Lleva toda la vida junto a su jefa, María Teresa Campos, a la que considera como una segunda madre, por eso, Gustavo Guillermo está al límite de sus fuerzas. Teresa, según cuentan a Informalia, cada día está más delicada y él es la persona que más se ocupa de ella. El chófer recibe un sueldo y efectivamente no deja de ser su trabajo, pero desde hace muchísimo esas funciones trascenden con mucho el de transportar a la veterana periodista.

Él siempre lo ha hecho, y lo sigue haciendo, encantado por el cariño y la amistad que siente por la comunicadora, que además es mutuo. Teresa ha llegado a decir de él que era como un hijo para ella. Pero nos dicen fuentes próximas al conductor que cada vez le ponen más "palos en las ruedas" para que realice su trabajo con absoluta dedicación, como ha hecho hasta ahora.

Desde que desde que en Sálvame los compañeros de Carmen y Terelu empezaron a cuestionar su lealtad, las cosas con las hijas de su jefa han cambiado de manera radical. Tanto es así que con Terelu apenas habla, lo justo para solucionar problemas cotidianos diarios y con Carmen no intercambia palabras ni mensajes desde hace tiempo. Además cuando ellas van a Pozuelo, donde se instaló Campos después de vender su casa de Las Rozas, Gustavo no suele estar, porque según nos cuentan son visitas esporádicas y los fines de semana fundamentalmente.

Gustavo ya apenas tiene fuerzas y cada día se le hace más cuesta arriba cuidar a Teresa por la tensión que sus hija generan. Y mucho más después del último envite que ha recibido de un amigo de las hermanas Campos. Según contaron en Fiesta, Carmen y Terelu están "superenfadadas con el chófer" de su madre porque, incumpliendo sus órdenes de que la periodista no reciba visitas, había dejado entrar hace unos días a Yusan Hacha, el director de muchos de sus programas, el último, Qué tiempo tan feliz.

Según nos cuentan la visita fue absolutamente casual, corta, pero muy sentimental, pero esto no gustó a las Campos. Y Gustavo no llega a entenderlo. Yusan siempre ha sido una mano amiga tanto para ellas como para su madre. Él no ha dejado de visitarla tras el final del programa ni una sola semana.

Carmen y Terelu, tras el escándalo de la traición que sacó Kiko Hernández en Sálvame, acusando a Gustavo de ser el soplón de la familia, que las criticaba y filtraba noticias, pensaron en deshacerse de él, pero no pueden.

Las Campos saben que no hay nadie que se ocupe de Teresa ni nadie con el que ella se sienta más a gusto que con él. Y al fin y al cabo es lo que importa ahora. Es precisamente por ese cariño y responsabilidad por lo que Gustavo no ha abandonado, pero nos aseguran que si las cosas siguen así y la presión no se rebaja, nunca se sabe. Nunca hay que tensar tanto la cuerda, porque podría llegar a romperse.

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