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Mario Vargas Llosa pasa a una 'suite' de planta en el hospital tras cuatro días aislado por covid

Las últimas informaciones acerca del estado de salud del Nobel peruano son muy positivas. Vargas Llosa, que ingresó en la clínica Ruber Internacional aquejado por Covid-19 a sus 87 años, se encuentra estable y ya ha sido trasladado a planta. El ex de Isabel Preysler ocupa una de las 'suite' que el centro reserva para los pacientes VIP y está "arropado y atendido por todo el personal sanitario".

Todo un alivio para la familia, que ha pasado unos días muy complicados pendientes del patriarca. Este lunes, su hija Morgana y Patricia Llosa, su ex mujer, acudían al hospital con rostro muy serio para visitar al escritor. Eso sí, a través de un cristal y a buena distancia, porque el autor de La fiesta del chivo ha estado en estricto aislamiento desde el pasado sábado con síntomas como tos persistente y fiebre.

Es la segunda vez que Vargas Llosa sufre el covid-19. La primera fue en abril de 2022, cuando todavía mantenía su relación con Isabel Preysler. Entonces, el peruano aseguró que no había sido una experiencia agradable: "Fue horrible, un susto muy grande. Me temblaban mucho las piernas. Lo peor fue esperar la ambulancia cuando había perdido ya la capacidad para respirar, tardaron como dos horas y llegué al hospital en estado comatoso. Fueron horas muy difíciles".

Fue su hijo Álvaro quien, el pasado lunes, anunció que su padre había sido nuevamente ingresado: "En vista del interés de los medios por el estado de salud de nuestro padre, hacemos público que está hospitalizado desde el sábado tras habérsele diagnosticado el Covid-19. Está siendo tratado por excelentes profesionales y acompañado por su familia. Rogamos a los medios de comunicación respetar en estos momentos su privacidad y la nuestra".

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