"¡No hay palabras para la emoción de mis niños cuando han visto su habitación nueva! Aquí os enseño como ha quedado. Es imposible estar más felices con el resultado", escribió la hermana de Tamara Falcó este lunes en sus redes sociales. Sin embargo, entre los usuarios de Instagram no ha calado con tanto entusiasmo su idea.
La habitación de los pequeños Miguel (4) y Mateo (2), los hijos de Ana Boyer y Fernando Verdasco, están decoradas con muebles y objetos típicos de un cuarto infantil, como mesitas y sillas para hacer los deberes y bonitas estanterías para colocar sus libros del cole.
Sin embargo, los muñecos que Ana y Fernando han escogido para las habitaciones de sus pequeños han generado un gran asombro. Se trata de unos peluches muy peculiares: cabezas de animales (un elefante, un león y un tigre) colgadas en la pared.
"¿En serio que os gustan las cabezas de los peluches colgadas de la pared? Se lo he visto ya a varios famosos y a mí me parece horrible. Pero para gustos los colores", "Yo no pondría las cabezas de los animales colgadas en la pared. Me recuerdan a las cabezas de los toros embalsamadas en casa de los toreros", "Qué pena las cabezas de peluches" o "Es bonito pero sobran las cabezas de animales colgando de la pared. Me parece horrendo y lo que significan más", han escrito algunos usuarios.
No obstante, también han aflorado comentarios positivos: "¡Precioso! ¡Me encanta! Cómo está la gente envidiosa comentando", "Qué pesadilla la gente fijándose en las cabezas. La habitación ideal, Ana" o "Es bonito".
Sea como sea, lo cierto es que la hija de Isabel Preysler está contando los días para la boda de su hermana con Íñigo Onieva, que tras todo lo llovido parece que finalmente se celebrará este sábado 8 de julio, Dios mediante, en El Rincón. Hace unos días, Ana y Fernando también disfrutaron de un descanso preboda en Mallorca. "Días en familia para recargar pilas", escribió la hija del desaparecido Miguel Boyer.
En los próximos días, veremos a la hija pequeña de la reina de corazones y al tenista en las páginas de la revista del saludo, participando en el reportaje pasado por caja de la marquesa de Griñón.
