Este sábado Íñigo Onieva perdía los nervios ante los medios de comunicación llamando incluso psicópatas a los periodistas que bajo el portal de su casa hacían guardia a 30 grados a la sombra pero, un día después, ha dado un paso atrás para retractarse. Estas han sido sus declaraciones, ya en tono más amable:
Por un lado, ha vuelto ha confirmar que no tiene "ni idea" de quienes son los perjudicados del robo de las joyas, pero que, desde luego, no son las de Tamara y que lo siente por ellos. Ha dejado así claro que le apena el drama que estén sufriendo los verdaderos afectados, a los cuales no conoce, ya que también se le ha criticado de poco empático con ellos.
Además, sobre las especulaciones que hablan de que las amigas más próximas de Tamara estarían rezando a escondidas para evitar la boda, Íñigo ha dicho: "Decís lo de las amigas de Tamara muy a la ligera, quiénes son esas personas", para acabar asegurando que no es verdad porque "si hacen eso, no son amigas de Tamara".
Y ya, para terminar, el empresario ha hecho las paces con la prensa al decir lo siguiente: "Me gusta andar con vosotros por la calle, todo bien, de domingo, me encanta que me acompañéis y me deis regalos".
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