La marquesa de Griñón ha dejado la Buchinger para cumplir con su colaboración en El Hormiguero. Como cada jueves, la tertulia que Tamara Falcó comparte con Pablo Motos, Nuria Roca, Juan del Val y Cristina Pardo ha comenzado con una actualización de los preparativos de su boda: "Nunca he entendido por qué se estresaban las novias, pero ahora empiezo a estar nerviosa".
Sin embargo, no es el vestido (que le está confeccionando Carolina Herrera en Nueva York) o el menú cinco estrellas del chef Eneko Anka lo que tiene preocupada a la hija de Isabel Preysler: "Estoy estresada con los cubretacones y demás", ha dicho, dejando a Motos boquiabierto: "¿Qué es eso?". La marquesa ha explicado que se trata de unos tapones que se colocan en los tacones de las mujeres para que no se hundan en la tierra o el césped: "No son estéticos pero sí son muy prácticos".
Le ha faltado a la marquesa explicar que 200 pies tacones (muchos de ellos de aguja) podrían dejar los jardines de El Rincón como un queso gruyere y repararlo después no sería tarea fácil ni barata. Hay que recordar que Tamara ha acondicionado el palacio para su boda, que será el próximo 8 de julio, pero lo necesita intacto para RTVE, que ha renovado la serie La promesa por 250 episodios más y se rodarán, como viene siendo hasta ahora, en El Rincón. Un negocio redondo por el que Tamara y su hermano Manuel, gestores de la propiedad que heredaron de su padre, se embolsan 30.000 euros al mes.
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