Continúa el gafe de la boda del verano. A 17 días para el enlace, la marquesa de Griñón y el ingeniero han recibido un nuevo varapalo: no han obtenido el permiso para utilizar los fuegos artificiales con los que querían coronar la fiesta en el palacio El Rincón. La petición sigue en el Ayuntamiento de Aldea del Fresno sin respuesta, según YAS, y todo apunta a que será negativa por el riesgo de incendio que entraña esta práctica en el campo tras la sequía.
Un disgusto más para los novios, que han tenido que hacer frente a multitud de obstáculos para diseñar su día más especial: desde el vestido de la novia (que cambió de diseñadoras, polémica mediante, y se tuvo que ir a Nueva York para que se lo hicieran en poco más de un mes) a las negociaciones con la madrina (que no quería participar en la exclusiva) o la lista de invitados (que han tenido que recortar al máximo). Recordemos también que Tamara Falcó sufrió una caída por las escaleras que le provocó un esguince del que todavía no está recuperada al cien por cien. La marquesa tuvo que utilizar muletas durante unos días y recibir sesiones de rehabilitación intensiva.
El enlace será el próximo 8 de julio en el palacio El Rincón, la magnífica construcción en Aldea del Fresno que el fallecido marqués de Griñón dejó en herencia a sus hijos y de la que ahora se hacen cargo el primogénito, Manuel, y la propia Tamara. No atraviesa su mejor momento y necesita una reforma que ni el tiempo ni el presupuesto han permitido, por lo que el banquete se ofrecerá en los jardines, acondicionados para la ocasión. Hasta allí se trasladarán 200 invitados, que disfrutarán de un menú diseñado por el reputado chef Eneko Atxa.
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