A la muerte este lunes 12 de junio, a los 86 años, de Silvio Berlusconi, a causa de una leucemia, le va a suceder la pelea familiar por una herencia que Forbes cuantifica en torno a los 8.600 millones de euros. El emperador transalpino con brazos en el campo político, inmobiliario, futbolístico y audiovisual quiso dejar todo atado y bien atado. Pero esto no siempre sale como está previsto.
Los tres hijos del segundo matrimonio de Il Cavaliere quieren batallar contra los dos del primero, que a su vez tienen intereses propios y podrían protagonizar una guerra que, en caso de darse, comprometerá el futuro de Mediaset España, en realidad, de todo el emporio.
Dos bodas y cinco hijos
Silvio Berlusconi se casó en 1965 con Carla Dall'Oglio, con la que tuvo dos hijos: Marina Berlusconi y Pier Silvio Berlusconi. La primera preside Finiverst, un conglomerado que posee Mediaset, la editorial Mondadori, el teatro Manzoni y el equipo AC Monza. Y el segundo es el accionista mayoritario de Fininvest y pilota Mediaset.

Ambos se encargaron de zancadillear las dos bodas tardías con las que amagó su padre con la cantante Francesca Pascale (49 años menor que él) y con la periodista y última novia Marta Fascina (53 años más joven), diputada de Firza Italia y la mujer que ha actuado tras el funeral de Estado como 'viuda' del ex primer ministro.
Antes de Fascina, Berlusconi mantuvo una relación con la citada, de 37 años (imagen inferior). Estuvieron juntos más de diez años y su ruptura no trascendió hasta marzo de 2020, cuando el ex primer ministro apareció con Fascina en un resort de lujo en Suiza. En julio del año pasado, Pascale se casó con la cantante Paola Turci.
Silvio y Marina temían que ambas damas metieran la cuchara en la herencia y ahora se preparan para defender sus intereses contra los hijos del segundo matrimonio de Silvio con Verónica Lario, sus medio hermanos Bárbara, Eleonora y Luigi.
Este trío pretende la venta de Mediaset, tal y como barruntan los inversores que saludaron la muerte de Il Cavaliere con inversiones que redundaron en repuntes bursátiles que superaron el 10%.
Rupert Murdoch, Silvio Berlusconi, Logan Roy: Succesion
La serie de HBO Succession, que acaba de emitir su quinta y última temporada, versa sobre una familia estadounidense ficticia, dueña de un conglomerado internacional de medios. Esta exitosa producción está inspirada de algún modo en los tres hijos del magnate Rupert Murdoch, dueño de la trumpista Fox News y un colosal conglomerado de medios en todo el planeta. Dicen que Murdoch y su familia han observado atónitos el culebrón familiar que se ha desatado con él todavía de cuerpo presente y amagando con volver a casarse a sus 92 años.
Se podrían trazar paralelismos entre Succession y la saga de los Berlusconi que quizá tengan que ver la escena de El Padrino en la que Vito Corleone (Marlon Brando) alerta a su hijo pequeño Michael (Al Pacino), ya convertido en Don, sobre el peligro de una traición en su entorno. "Será uno muy cercano, el primero que te proponga un encuentro. Ese será el traidor", dice el magistral personaje de Mario Puzo, llevado al cine por Francis Ford Coppola.
No sabemos qué advertencias le hizo ex primer ministro italiano italiano a su hijo Pier Silvio, quien, tras la muerte de su padre, mostró su disposición a buscar el crecimiento de la compañía ante los trabajadores de Media For Europe, conglomerado que busca (supuestamente) crear una Netflix paneuropea con sede en Países Bajos y raíces en Italia, España y Alemania. Otros analistas creen que en realidad ese sueño paneuropeo para competir con las majors es en realidad una cortina de humo para ocultar movimientos especulativos, bursátiles, empresariales y de domiciliación fiscal mucho más interesante de cara a la cuenta e resultados o a una posible venta del holding a muy buen precio.
Pero Pier Silvio Berlusconi aprovechó el momento de desgarro tras la muerte de su padre para arengar a sus trabajadores, como si les conociera a todos, de uno en uno, y a sus familias, como una gran familia: "Debemos hacer un grupo aún más fuerte y vivo", apuntó. Y añadió que son y serán "siempre una prueba de libertad. Somos libres. Somos un editor libre en lo que llevamos a las casas de los italianos y los españoles".
Implicaciones de la muerte de don Silvio
Pronostica Paolo Vasile desde su retiro dorado que la muerte de Berlusconi "no va a influir" en los negocios audiovisuales de Finnivest, pero evidentemente la muerte del fundador golpea al presidente de Mediaset España, Borja Prado, cariacontecido tras un comunicado en el que el grupo subraya que no tiene ninguna competencia en materia de informativos. A Borja Prado, enemigo de Vasile y poco amigo de su sustituto, Alessandro Salem, no le importaría que se produjera un terremoto accionarial para pescar en río revuelto o auspiciar una oferta española, y conservadora, por la rama española de Media For Europe. ¿Y si ésa fuera la razón por la cual resiste ahí el ex presidente de Endesa, a pesar de las humillaciones a las que su propia cadena le somete comunicando hasta el empalago que el presidente está ahí para ser un florero? El botín podría valer la pena. Borja Prado se ha hecho fuerte, montando dentro de Mediaset un despacho gigante con comedor, cocina y cocinero, al que solo se accede con una contraseña que cambia a diario y solo conocen unos pocos, como adelantó Vertele. A la vez, Borja le ha comunicado al consejero delegado que Sandra Fernández (directora de Comunicación de la compañía) ya no es su directora de comunicación: "Será la tuya, pero no la mía", le espetó a Salem, según un fuente de toda solvencia.
El único hombre que engañó a Berlusconi
Los franceses de Vivendi o el italiano Urbano Cairo (dueño de El Mundo o Corriere della Sera, entre otros muchos medios) han sido los dos gigantes que en algún momento han soñado con controlar el emporio mediático que fundó Silvio Berlusconi en Milán. Pero Vivendi está en fase de desinversión en Mediaset y acaba de recibir autorización de Bruselas para hacerse con el control del millonario grupo galo Lagardère. De rodas formas, Mediaset España (o como se llame ahora) acaba de entregar una parte muy importante de sus producción al gigante Banijay Group, que pertenece en más de un 30% a Vivendi. Solo en España, Banijay controla Cuarzo (el nuevo programa de Sandra Barneda), Magnolia, Endemol, Shine Iberia (Masterchef), Diagonal TV, Gestmusic, Telegenia o Zeppelin TV.
No obstante, y aunque todo tiene un precio, la compra de Media For Europe no parece estar a disposición de Vivendi y habrá que ver si lo está para el empresario Urbano Cairo, que hace algo más de cuatro décadas daba sus primeros pasos en los multimedia como aprendiz de Silvio y ahora cuenta con influyentes medios en Italia y España. Por lo pronto Cairo se ha hecho entrevistar por los generalistas que posee en ambos países (Corriere della Sera y El Mundo). En ellos se ha dedicado a glosar a su maestro, "una persona especial" que "era como esos viejos maestros chinos que te dejaban ver lo que hacían", señalaba el dueño de Torino Football Club. Fuentes de Rizzoli (RCS MediaGroup, el holding de Cairo) dicen que Urbano Cairo es "el único empresario que fue capaz de engañar a Berlusconi".
Esta posible operación ha sido revelada por Federico Jiménez Losantos, columnista de El Mundo y socio de Unidad Editorial: "Hay rumores de que Cairo, que dirige el Corriere y Unidad Editorial en España, que se fue del imperio Berlusconi y creó el suyo propio, vaya a por Mediaset. Es una persona cuyo criterio como administrador es respetado en Italia y puede conseguir inversores. Sería asombroso que Unidad Editorial comprase Mediaset. Es raro, pero no imposible", dijo el radiofonista.
Futuro incierto
Pier Silvio dice tener intención de seguir en pie, tal y como explicó a los trabajadores de Mediaset a los que envió una carta sobre su padre: "Ha sido un hombre que ha dado mucho, muchísimo. Que ha creado muchísimo. Y que siempre consideró a su empresa como su amadísima criatura. Mi papá, nuestro fundador, siempre os ha querido a todos, uno a uno. Y ahora nuestro deber es seguir sus pasos indelebles, trabajar, trabajar, trabajar. Con entusiasmo y respeto".
"Hoy tenemos que mirar hacia adelante y esforzarnos todavía más, cada vez más. Tenemos que construir un Grupo aún más fuerte y aún más vivo. Lo tenemos que hacer por Mediaset. Lo tenemos que hacer por todos nosotros. Pero, sobre todo, lo queremos hacer por él. Os abrazo fuerte. Estáis en mi corazón. Y estaréis siempre en su corazón", aseguró. Solo le faltó preguntar aquello de "Vas a fiarte de mí o de tus propios ojos"?
El heredero dice que sigue en pie, no se sabe si por convicción o por 'engordar' una posible operación de venta del área audiovisual de Fininvest, pero, a diferencia de la serie Succession, esta producción aún sigue en emisión.