Shakira (46), el 6 de junio de 2019, se sentó por primera vez en los tribunales españoles para rendir cuentas por el presunto fraude fiscal de 14,5 millones de euros. Este viernes 16 de junio, a la espera de que se celebre el nuevo juicio a finales de año, se ha filtrado su primera declaración ante el juez.
Para tratar de demostrar que entre 2012 y 2014 no residió en España el tiempo suficiente como para tributar en nuestros país (183 días), la intérprete de Ciega, sordomuda habló en profundidad del inicio de su relación con el padre de sus dos hijos, Gerard Piqué (36), a quien conoció en 2010 y de quien finalmente se separó hace alrededor de un año abriendo una auténtica guerra mediática en forma de canciones y otros dardos.
La declaración de Shakira en 2019
"Esos años [2012, 2013 y 2014] la estaba rompiendo a nivel mundial con mi música. Estaba en todos lados, vivía en un avión más que cualquier piloto", aseguró en los tribunales, tal y como recoge cuatro años después El País.
Cuando Shakira y Piqué comenzaron a salir tras conocerse en el Mundial de Sudáfrica de 2010, ella optaba por viajar a Barcelona de forma esporádica para encontrarse con él: "Empiezo a salir con él y, si tengo un poco de tiempo, prefiero ir a verlo a él y no a Bahamas".
En Nasáu (Bahamas) compró una casa 2004, donde incluso vivió con Antonio de la Rúa. Su ex continuaba frecuentando las Bahamas y esto no le gustaba a Piqué, según explicó Shakira: "Era una situación que no le hacía gracia a Gerard. Entonces, por apaciguar sus celos, que eran naturales porque no teníamos una relación consolidada, había inseguridad por ambas partes".
La cantante colombiana, según su propio relato, seguía viajando de un lado para otro por trabajo y viéndose con Piqué solo cuando era posible. Incluso hacía auténticos malabares para verle aunque fuera solo unos minutos: "Estaba encantada con él. Recuerdo estar volando de Marraquech a Croacia. Sobrevolábamos Barcelona y le pedí al piloto del avión si podía aterrizar solo para darle un beso a Gerard". A continuación, en su declaración le tiró un pullazo a Hacienda: "Es lo más romántico que he hecho en mi vida. No sé si la Agencia [Tributaria] me lo habrá computado como un día en España".
En su declaración, se empeñó en dejar claro que su relación con ex futbolista culé, que por entonces tenía unos 23 años, no estaba todavía consolidada y que ni mucho menos residía con él en tierras catalanas: "Cómo iba a sacrificarlo todo por un chico al que estaba conociendo, ahí asaltando la cuna (entre risas) Nuestra relación era muy turbulenta, era un Dragon Khan, porque nuestras vidas profesionales no compaginaban, era como juntar agua y aceite. Yo era una trotamundos y él tenía que cumplir un horario. No nos entendíamos muy bien, y espero que esto no se filtre a la prensa".
En este sentido, así es como definió a Gerard: "En 2011, cuando empiezo a salir con él, casi no nos veíamos. Tenía 23 años, diez años menor que yo. Futbolista, guaperas, con fama de playboy… Era un loquito en esa época. Ahora mismo es un tipazo, pero entonces era un loquito y no tenía garantía de que las cosas iban a tirar adelante o que íbamos a formar una familia. Jamás me imaginé que iba a vivir en este país por ese niño con barba que estaba increíble, pero bueno, no más".
Por otro lado, sus deseos no pasaban por residir en España ya que en Estados Unidos está el apogeo de la industria musical: "No tenía ganas de venir a España. Es un país lindísimo, pero no es el epicentro de la industria de la música. Para mí estar en España es un sacrificio enorme para mi éxito profesional, porque no cuento con lo mejor en la producción artística, que está en Estados Unidos".
Por todo esto, no se planteó vivir en España hasta 2015, cuando Milan, su primogénito, que nació en enero de 2013, comenzó el colegio: "Escolarizamos a Milan y las cosas cambian. En este momento somos una familia consolidada, aunque nunca seremos una pareja convencional".
La artista de Barranquilla sentenció su intervención en los juzgados con toda una declaración de intenciones: "Aquí estoy, con un problema penal en un país que no me genera casi nada de mis ingresos (...) Sinceramente, su señoría, no conozco a nadie que esté en un proceso penal por tener un novio. Por eso siento que es tan injusto y surreal".
La guerra entre Shakira y Hacienda
En una primera causa se investiga su residencia fiscal en 2011. Sin embargo, es de carácter administrativo porque el presunto delito ya ha prescrito. En este caso, se enfrenta a una petición que asciende a los 60 millones de euros. De esta cantidad, 27 millones corresponden a su presunto delito fiscal y los otros 33 corresponden a la cantidad que avaló de la sanción para regularizar su situación y poder impugnar la decisión de la Agencia Tributaria, si se da el caso.
La otra causa, por la que rinde cuentas en los juzgados, investiga su residencia fiscal en 2012, 2013 y 2014 y va por lo penal. Hay que recordar que la acusan de un presunto fraude de 14,5 millones de euros y se enfrenta a una petición de cárcel de ocho años y dos meses. También a una multa de 23,8 millones. El juicio, como decíamos, saldrá a finales de año, previsiblemente en noviembre.