El futuro marqués de Griñón pasó el fin de semana en la "capital del porno", destino elegido de sus amigos para despedir su soltería antes del "sí, quiero" a Tamara Falcó el próximo 8 de julio. Y, desde luego, el viaje ha debido ser de todo menos relajante, porque Iñigo Onieva ha puesto un pie en Madrid y ha lanzado sapos y culebras por la boca: "Siempre me abochornáis".
El ingeniero ha mostrado su cara más antipática ante los medios de comunicación que se acercaban a preguntar por su viaje, uno que él mismo ha publicitado a través de redes sociales compartiendo varias fotografías con 'Los curris', como se llama su grupo de amigos. "No tengo nada que decir, así que por favor dejad de acompañarme que siempre me abochornáis con todo el mundo delante", ha dicho molesto. Suponemos que se mostrará mucho más amable con los fotógrafos que le retratarán en su boda, de la que se embolsará parte de la exclusiva que negocia la novia (alrededor del millón de euros).
El viaje a Budapest ha sido el primero de los tres que le han preparado sus amigos. El próximo destino será Menorca y el tercero, Argentina, lo visitarán después de la boda, pues se han quedado sin tiempo para cruzar los mares ahora. Y es que, tal y como desveló la propia Tamara Falcó, el novio está muy implicado en la organización de la boda y participa en todas las acciones y decisiones del enlace: "No me lo esperaba, pero así es", dijo la marquesa.
