Mientras El Programa de Ana Rosa daba voz este viernes a un vecino que denunciaba el comportamiento "agresivo" de un okupa, que además era "drogodependiente", Joaquín Prat ha revivido un tema muy doloroso para él y su familia: las adicciones de su hermano Federico.
"La cosa es que, al ser mayor de edad, no se le puede obligar a ingresar en un centro de desintoxicación. Sólo puede ingresar si él quiere", apuntaba el presentador, que ya confesó en su día que había hecho todo lo posible para ayudar a su hermano, sin éxito.
"Es el drama de muchas familias en este país. Cuando no se dejan ayudar, a veces la única solución es emprender un largo y tortuoso camino hacia la inhabilitación... Algunos ya tenemos experiencia en eso", añadía, por si no había quedado claro que ya no se refería al okupa, sino a su hermano.
Fue el pasado verano cuando el periodista se vio en la obligación de hablar sobre su drama familiar, después de que Federico se quejara en una entrevista de que no recibía ayuda económica y que vivía en la calle. Entonces, los hermanos Prat, Alejandra, Andrea y Joaquín, compartieron un comunicado acompañado de una imagen en la que salían unidos junto a su madre: "Federico es, desgraciadamente, un adicto. Ha tenido oportunidades, pero continúa inmerso en el mundo de las drogas. El propio Fede decidió vivir en el sur y continuar con su adicción. Durante todo este tiempo mi madre se ha hecho cargo y sigue haciéndose cada mes cargo del lugar en el que vive, y aunque ha tenido oportunidades, ha continuado inmerso en el mundo, terrible e inmundo, de las drogas. Ya no esperamos que algún día se cure, pero sí tener privacidad para seguir gestionándolo de la manera menos dañina para todos".
