La marquesa de Griñón sigue sumando calamidades en la cuenta atrás de su gran día. Asegura que su boda con Íñigo Onieva no está gafada (como apuntan muchos) pero después de la escandalosa infidelidad, la ruptura y el mazazo del vestido nupcial, ya solo le quedaba enfrentarse a una multa que podría alcanzar, en el peor de los casos, el millón de euros. ¿El motivo? Tamara Falcó se pasa por la mismísima Villameona la normativa publicitaria de Instagram.
Y es que la red social tiene unas condiciones muy estrictas con respecto a sus publicaciones. En el caso de las publicitarias o comerciales deben indicarse a los seguidores a través de las siglas A.D, algo que Tamara Falcó lleva meses sin hacer. Así lo advierte un experto de marketing digital, José Noblejas: "Desde julio de 2022, no hay nada que nos avise de que ciertos contenidos son patrocinados cuando podemos intuir que, efectivamente, lo son", dijo este domingo en Socialité.
Esta triquiñuela podría traerle consecuencias a la marquesa no solo con Instagram sino también con Hacienda: "Tamara estaría marcando como contenido normal algo que lo debería marcar como colaboración pagada. Además, todas estas colaboraciones, regalos y demás retribuciones deben ser declaradas a la Hacienda Pública, tal y como se detalla en la legislación actual", ha explicado.
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Tamara no es la única que omite la indicación A.D en sus publicaciones comerciales. Otros instagramers también lo hacen para beneficiarse de los algoritmos y que su publicación con aparezca como 'Publicidad' en el feed de Instagram, pero la normativa de la red sociales es tajante al respecto: "Deja muy claro en su política de uso que aquellos contenidos con intención comercial y con retribución deben ser marcados como tal. Incumplir con esta norma conlleva multas que pueden ir desde los 3.000 euros hasta casi el millón de euros si se estima que la falta ha sido reiterada o tiene carácter de falta grave", han apuntado.