Sevilla se ha vestido de fiesta este viernes para acoger la boda de Raúl Prieto y Joaquín Torres. El director de Sálvame le ha dado el "sí, quiero" al arquitecto después de cinco años de relación y lo ha hecho rodeado de familiares y amigos, los mismos que horas antes bailaron hasta las cinco de la madrugada en un crucero por el Guadalquivir para calentar el fiestón.
Dos de las invitadas más mediáticas han coincidido al escoger uno de los tonos de la temporada: el fucsia. Carlota Corredera y Terelu Campos. La primera con un vestido de cola sirena y capa de microfibra; la segunda con un corte clásico adornado con flecos, un look mucho más favorecedor que el naranja de lentejuelas que lució en la preboda y que le valió una lluvia de críticas en redes sociales.
Con Terelu iba su hija, Alejandra Rubio, que ha cambiado el mono por un vestido aguamarina con drapeado frontal que estilizaba su esbelta figura.
Belén Esteban ha optado por un vestido de escote palabra de honor, cuerpo corsé y largo midi de gasa y tul muy juvenil, en lila. Su marido, Miguel, lucía un traje clásico con pajarita.
La más original ha sido Rocío Carrasco, con un modelo diseñado por su amigo José Perea, con falda metalizada, escote halter y flor XXL que apenas le dejaba ver por dónde caminaba.
Más clásica (y muy elegante) la presentadora Emma García, con vestido negro de Hannibal Laguna en silueta sirena, escote corazón y transparencias en mangas y escote. La periodista vasca iba acompañada por su marido, Aitor Senar.
Los novios, de 'black & white', estaban muy emocionados. La Casa Pilatos ha acogido la ceremonia y a sus 300 invitados, entre ellos los dos hijos de Joaquín Torres, Manuel y Álvaro, fruto de su matrimonio con la pintora Mercedes Parrizas.
