Carmen Borrego ya no puede más y ha tocado fondo. Al peor de los momentos personales que le ha tocado vivir se une ahora qu epronto se quedará sin trabajo, tras el anuncio del fin de Sálvame el próximo mes de junio. La periodista tiene que lidiar además con la delicada salud de su madre, María Teresa Campos, la pésima relación con su hermana, Terelu, y el alejamiento de su hijo. Borrego está sufriendo un Todo a la vez en todas partes difícil de sobrellevar: "Está atravesando uno de los peores momentos de su vida", afirman en su entorno.
"Carmen está desesperada. Ella es consciente de que su futuro es más que incierto y la situación en casa no es tampoco la más adecuada par perder el trabajo en estos momentos", aseguran fuentes cercanas a la hija menor de de las Campos.
Tal y como recoge la revista Semana, Borrego además sabe que "compañeros suyos van a tener más fácil su recolocación. Otros tienen un plan B y no necesitan de la televisión para vivir. Pero ella no tiene ingresos fuera de la tele, y dentro tampoco tiene todas consigo", afirman quienes la aprecian y conocen.
La hermana de Terelu se está moviendo para solucionar su situación laboral: "Ya está hablando con personas del medio para intentar tener un hueco en algún programa para cuando Sálvame haya desaparecido de la parrilla". Sin embargo, tras consultar con diversas productoras, Semana ha recogido la opinión de los profesionales del medio al respecto: "Lo tiene complicado", afirman.
Y es que la imagen que se ha granjeado en los últimos años como profesional de la comunicación "está muy encorsetada. No es colaboradora al uso. Y es personaje, y un personaje muy marcado", responden los conocedores de los perfiles televisivos.
Edadismo y personaje, no persona
Además, según analizan, "hay que ser sinceros: Carmen como otros compañeros, está en una edad digamos difícil para volver a colocarse". Y es que la carrera de Carmen ha estado muy vinculada a la de su madre, y ha dirigido programas como Día a Día, Cada Día y Lo que InTeresa, hasta que pasó a estar delante de la cámara.
Fue en 2014 cuando la periodista, que empezó su carrera como productora en los informativos de Canal +, pasó a estar delante de la cámara, y desde que se la descubriera en el reality Las Campos, participó como colaboradora en Telecinco y en varias televisiones territoriales: "Han pasado nueve años y eso en televisión es mucho tiempo", aseguran quienes están preocupado por ella, porque saben de la dificultad de que vuelvan a llamarla para algún proyecto similar.
Además, la vinculación profesional y familiar no ayuda, porque ha coincidido con su hermana Terelu y con su sobrina Alejandra en las pantallas, y eso parecía una ventaja, pero ahora puede ser un lastre: "Lo que le quita el sueño a ella es que si entró en la tele por su familia no pueda continuar sola. Ve como sus compañeros empiezan a moverse y a hablar de futuros proyectos, mientras que ella no tiene ofertas.
Para disimular su situación, Carmen ha dicho en broma, pero sin descartar la idea, que va a abrir un asador de pollos asesorada por Belén Esteban, su amiga, y que ya tiene pensado el nombre: Hasta luego, Mari Carmen. Y es que necesita trabajar, porque tal y como ha reconocido en ocasiones, su economía no es abundante y no puede permitirse no trabajar.
Su situación laboral ahonda en la preocupación que ya acarreaba por la mala relación con su hijo, José María, que no ha mejorado en absoluto. La colaboradora se quejaba hace unos días de que lo que más le dolía "es que no me quiere". Su hijo está a punto de hacerla abuela, y ella señala a su nuera, Paola, como culpable de la desafección de su hijo, a quien no le ha hecho gracia alguna que su madre diga que él "no tiene personalidad y se deja manipular".
El problema de Carmen, según los suyos, es que dice cosas que molestan a los demás, y luego se arrepiente. Igual que le ha pasado cuando ha hablado de su madre y su delicado estado de salud, y su hermana Terelu le ha contestado enfadada. "A Terelu no le gusta que los demás hablen de su madre, ni siquiera su hermana, que algo tendrá que decir, porque Teresa es tan madre suya como de Terelu", dicen los cercanos a Borrego, que afirma que la primer en hablar de cómo estaba su madre fue La mayor de las hermanas, y después dejó a la pequeña a los pies de los caballos.
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