Llegó uno de los momentos más esperados por la marquesa de Griñón. Íñigo Onieva pide su mano delante de todos sus familiares y bajo la atenta mirada de Isabel Preysler, de la que ha tenido que volver a ganarse su confianza tras el sonado escándalo de la infidelidad a Tamara Falcó.
Muy elegante, el empresario madrileño llegaba a la mansión de Puerta de Hierro de la reina de corazones, con traje y corbata. Sorprendió también que llevaba puestas unas gafas de sol, quizás para ocultar su nerviosismo.
En otro coche, entraba su padre, que aterrizó en Madrid esta tarde desde México junto a su mujer y a su hijo menor. A su lado Alejandra Onieva, que ha preferido ir con su padre y no con su madre, Carolina Molas.
Además, han sido fotografiados llegando en otro vehículo los hermanos de Tamara, Xandra y Manolo Falcó, que iba acompañado de su esposa Amparo Corsini. También ha acudido a la celebración su primo Álvaro Castillejo, con su mujer Cristina Fernández y Álvaro Falcó con Isabelle Junot. Cabe señalar que en total se reunirán 25 invitados.
Tal y como contó la propia Tamara, la celebración consiste en ofrecer una cena a la familia del novio por parte de la de la novia, e intercambiarse los típicos regalos entre los dos prometidos, que suelen ser casi siempre un reloj para él, y una joya para ella. La tradición es que el novio le pida la mano al padre de la novia, pero "en este caso no puede ser, así que se lo pedirá a mi familia".