Este miércoles se abre un nuevo capítulo sobre el caso Ana Obregón a raíz del lanzamiento de El chico de las musarañas, el libro que comenzó a escribir Aless Lequio y terminó su madre. Según ella, para cumplir con la última voluntad del emprendedor. El mismo motivo por el que habría tenido a Ana Sandra Lequio Obregón, gestada por vientre de alquiler en Miami con el esperma congelado del joven, que falleció en mayo de 2020 por sarcoma de Ewing.
Susanna Griso ha hablado de las novedades de la criatura este miércoles en Espejo Público. Entre otros temas, sobre el dinero que Ana Sandra heredaría en un futuro cuando su madre-abuela falte. Lecturas cifra su fortuna en 30 millones de euros. La propia Ana aseguró en Instagram que a su pequeña no le faltaría nada económico cuando ella no esté porque para eso su "abuela trabajó 40 años".
"[La niña] no tendrá problemas económicos, otro es la salud mental de una madre que reconoce ahora que esta niña ha sido un asidero", ha apostillado Griso, comentando también la impactante confesión que ha hecho la protagonista de Ana y los 7 en su libro: "Ella reconoce ahora que intentó tirarse por un balcón, [que intentó] suicidarse tras la muerte de su hijo".
En el libro, Obregón habla de su intento de suicidio. Intentó quitarse la vida desde el séptimo piso del hospital de Barcelona donde pasó Aless sus últimos días de vida: "Si mi hijo moría antes que yo, no sufriría ni un segundo: me iría con él (...) En realidad lo planeé desde el momento en que fui madre".
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Ana añade: "Me empiné sobre la barandilla, que no era muy elevada, usando una fuerza desmesurada para pasar una pierna al otro lado. Saltar hacia el abismo era mi única opción de seguir viviendo". Según ella, Alessandro, que habría llegado con sus hermanas, Amalia y Celia, lo impidió: "Llamaron a la puerta. Ana, Ana, abre la puerta por Dios".
El libro contiene 312 páginas, 72 fueron escritas por Aless, el resto por ella. En ellas, reitera que su hijo quería tener descendencia incluso después de su muerte. Según la presentadora de 68 años, estas fueron las palabras de su hijo días antes de morir: "Mamá, papá... Si me pasa algo, acordaos de la muestra que dejé en el laboratorio de Nueva York. Quiero tener hijos, aunque ya no esté. Es mi deseo... Prometedme que lo vais a hacer... Por favor".