Ana Obregón se enfrentó a críticas cuando se supo que había traído al mundo a una niña por vientre de alquiler y sus detractores aumentaron cuando, en la segunda portada de Hola, concedió la exclusiva donde daba detalles como que la bebé es en realidad su nieta, ya que según ella fue concebida a partir del esperma de su hijo fallecido en 2020.
Pero también han sido sido unos cuantos los contertulios y personajes famosos que aplaudieron a la actriz tras su decisión, anteponiendo la valentía de una madre desgarrada por la muerte de un hijo tan joven, y asumiendo como cierto el testimonio de la presentadora, según el cual lo que está haciendo es llevar a cabo los deseos de Aless de ser padre después de muerto, un extremo que hasta ahora solo se sostiene en base a las declaraciones de la propia Ana Obregón.
Sin duda, para un personaje famoso sale más barato apoyar a la actriz que censurar su insólita decisión, porque ser madre-abuela a los 68 años, con el semen de un hijo fallecido hace tres años, por gestación subrogada, es como mínimo inhabitual. Pero en el caso que referimos el apoyo es de conciencia y no de postureo.
La mayoría de las celebrities pro-Obregón argumentan sus alabanzas en aspectos que nadie discute, como el hecho de que, una vez Ana Lequio Obregón está en el mundo, ella es el bien más preciado, y se merece tanta felicidad como se le pueda proporcionar. O equívocas comparaciones aludiendo a que hombres de la edad de la actriz, o mucho mayores, han sido padres, o que muchas personas han utilizado este método de gestación en el extranjero. Esos argumentos obviaban matices tan relevantes como que todos los hombres mayores que se pusieron como ejemplos tenían parejas más jóvenes, o que no estábamos ante el panorama de usar el esperma de su hijo fallecido, o que no han dotado a su decisión de una dimensión mediática tan colosal, o que no han venido exclusivas con ello.
Una mujer muy conocida y con buenos contactos en Barcelona
Pero ha habido una mujer muy conocida, de entre las que ha apoyado sin fisuras a Ana Obregón, que tuvo que ver y mucho al menos en el principio de esta odisea organizada por la actriz y que ha culminado con una bebé que se llama Ana Lequio y se apellida Obregón.
Nos referimos a una persona que evitó por todos los medios entrar a fondo en el debate nacional sobre la nieta biológica e hija adoptiva de la actriz pero cuya relevancia, que permanece en secreto, es esencial una vez contemos lo ocurrido.
Cuando Ana Obregón quiso hacerse con las muestras de su hijo, imprescindibles para llevar a cabo la gestación como ella quería, no tuvo más remedio que recurrir al lugar donde estaban depositadas. En contra de lo que se ha venido diciendo, el esperma de Aless Lequio no procede de Nueva York, sino que estaba depositado en una clínica de Barcelona, cuyo nombre conocemos pero no podemos facilitar (al menos de momento) por expresa indicación de nuestras fuentes. Sí se nos permite no obstante situarla en la Ciudad Condal.
Pero la diferencia entre EEUU y España es clara y las dificultades legales, como todo el mundo sabe, no son las mismas. Por esa razón, Ana Obregón pidió ayuda a esa persona conocida y con magníficos contactos en la clínica de marras. Ana acudió a ella y esa mujer le tendió mano, moviendo sus fichas para que Ana pudiera saltarse los posibles impedimentos que en territorio español tiene hacerse con ese material biológico, sometido en nuestro país a controles, vigilancia y muchos problemas, especialmente si quien requiere las semillas no es pareja acreditada del donante, si el donante no vive, y si no aporta un documento que certifique tener todos y cada uno de los permisos necesarios, y no digamos si manifiesta la solicitante que su propósito era el que ahora todos conocemos.
Sabemos que Aless Lequio decidió extraerse muestras de semen cuando batallaba contra el cáncer para poder ser padre en un futuro, pero no se ha acreditado que deseara serlo después de muerto. La actriz de Ana y los Siete afirma que ha llevado a cabo este proceso para ''cumplir la última voluntad'' de su hijo Aless Lequio, quien finalmente falleció a los 27 años de edad después de luchar mucho tiempo contra la enfermedad. ''Te juré que te salvaría del cáncer y te fallé. Te prometí que traería a tu hija al mundo y aquí la tengo entre mis brazos. Cuando la abrazo siento una emoción indescriptible, porque es como si volviera abrazarte otra vez'', escribía Obregón en Instagram.
La persona que facilitó a Ana Obregón la obtención de esas muestras gestionando sus contactos en la Ciudad Condal no puede ni quiere reconocerlo pero se siente muy feliz porque gracias a ella haya podido finalmente lograr sus objetivos. Considera a Ana una persona encantadora y la entendió, y la compadeció como toda España, cuando su hijo se fue este mundo, y pertenece a ese grupo que opina que Obregón ha ejercido su libertad y que nadie puede inmiscuirse en eso.