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Concha Velasco "se quedó chiquita y va en silla de ruedas": "Me dijo ayúdame"

El paso del tiempo es inevitable para cualquier mortal. Concha Velasco, a sus 83 años, vive su día a día en la residencia de las afueras de Madrid donde ingresó hace más de un año. Allí no solo recibe las constantes visitas de sus dos hijos, Manuel y Paco, sino también la de sus amigos más cercanos.

Uno de los últimos en visitarla ha sido el artista Pablo Sebastián: "Yo lo que sé es que Manuel es un encanto y cada vez que le digo voy a ver a tu madre, nunca me pone problemas. Siempre me dice que sí. Me dice llévale pastas de chocolate que es lo que más le gusta".

Concha Velasco en marzo de 2022 con su hijo Manuel y Jorge Javier a la salida del teatro

Sobre el estado de salud de la gran dama de la escena española, añade: "Se quedó chiquitita, tiene problemas de movilidad. Yo me acuerdo del día que fui, me dijo 'ayúdame', porque estaba sentada viendo la tele y para recostarla tuve que cogerla con cuidado de que no se cayera y ponerla en la cama, ella solita no podía. No se sostiene bien y va en silla de ruedas".

Sin embargo, ha asegurado que "Concha de la cabeza está muy bien" y que incluso se han animado a "cantar" juntos durante sus visitas. "Nos pusimos a cantar eso de 'mamá quiero ser artista', se acuerda de todo y me dice que fue muy feliz trabajando conmigo. Yo le canto, le cuento películas...". Además, el tiempo que pasa con sus seres queridos la llena de energía: "Tiene muchos amigos que van, muchos actores y a veces el hijo tiene que pararnos porque queremos ir todos. Le encanta que la vayan a visitar".

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Meses después de bajarse de los escenarios en septiembre de 2021, la gran dama de la escena española ingresó en una residencia del barrio madrileño de Cuatro Caminos. Sin embargo, poco tiempo después cambió al centro en el que se encuentra a las afueras de Madrid, en Las Rozas, porque este se adaptaba mejor a sus necesidades, tal y como Informalia adelantó en exclusiva.

En octubre del año pasado, su equipo médico de Puerta de Hierro se tuvo que coordinar con el de la residencia debido a un contratiempo en su estado de salud. Desde entonces, la preocupación por la actriz ha aumentado, aunque a sus 83 años está en las mejores manos y arropada por el amor de sus hijos, seres queridos y amigos. A finales de año, además, estuvo ingresada durante unos días en el hospital.

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