La marquesa de Griñón y su prometido han disfrutado de una exótica Semana Santa en Indonesia. Tamara Falcó e Iñigo Onieva han cambiado las procesiones y los Oficios religiosos por el lujo de un resort exclusivo en Bali y Nihi, los capirotes por el bikini y los cirios por los mojitos. Una pre-luna de miel que, además, tiene pinta de haberles salido completamente gratis a cambio de publicidad, a juzgar por las últimas publicaciones en sus redes sociales.
"El lema de Nihi es 'En el límite de lo salvaje'. Efectivamente, eso es lo que es este paraíso, que conecta lo mejor de una cultura como la de Indonesia con el más absoluto lujo asiático. Gracias a nuestra amiga y experta en viajes @nombre-de-la-agencia por organizar esta experiencia que, sin lugar a dudas, ha sido de las más enriquecedoras de mi vida", ha escrito Tamara este miércoles junto a un carrusel de imágenes.
Con millón y medio de seguidores en Instagram y su boda a la vuelta de la esquina, Tamara se deja querer por las marcas, en este caso una agencia de viajes de lujo. Algunas no pagan sus servicios con cheques sino con sus propios servicios, algo con lo que la marquesa está muy familiarizada: ya actuó como embajadora de la inmobiliaria que construyó su ático, donde vivirá con Onieva una vez se casen. Es, además, una práctica habitual no solo con la hija de Isabel Preysler, sino con muchas influencers, como Victoria Federica (que en verano estuvo gratis en Ibiza) o Anabel Pantoja (veraneó en Menorca a cambio de publicidad en redes).
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Falcó y su chico han presumido estos días de paisajes, paseos en vespa, piscinas infinitas y hasta un espectáculo de caballos salvajes bañándose en el mar. Algo que, por cierto, han criticado muchos de los seguidores de la empresaria: "A mí no ve divierte tanto lujo si veo tanta pobreza alrededor. Sorry, no me apunto", "Sí. Totalmente de acuerdo: lujo asiático y miseria también asiática", "Y usted que presume de católica, ¿así ha vivido la Semana Santa?", dicen.
