La actriz vive con ilusión esta nueva etapa de la vida en la que, con 68 años, vuelve a dar biberones y cambiar pañales. No admite críticas ni entra en polémicas por haber utilizado la gestación subrogada para traer al mundo a su nieta y ya prepara emocionada su bautizo. Será a principios de verano, cuando la niña haya cumplido los tres meses de vida, y quiere vestirla con el mismo traje de cristianar que llevó su hijo Aless Lequio, según Marisa Martín Blázquez.
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En este punto, Ana Obregón podría encontrarse con un problema, pues el mencionado vestido pertenece a la familia de Alessandro Lequio: "Se trata de una joya que pertenece a mi familia porque la reina Victoria Eugenia se lo cedió a mi abuela, la infanta Beatriz, para que lo custodiara. Se presta y de nuevo regresa al palacio Torlonia, donde se custodia hasta la siguiente ocasión", explicó en una ocasión el conde italiano.
El traje de cristianar está confeccionado en tela de hilo de color beis con sobrecapa, puntillas de Valenciennes, encajes bordados a mano con guirnaldas de flores y cintas de raso. El emérito don Juan Carlos de Borbón lo lució para recibir las aguas bautismales, así como sus tres hijos y sus ocho nietos. En la familia Lequio lo llevaron Aless y Ginevra, la hija del conde con María Palacios.
Dada la situación, Ana tendría que pedirle prestado el traje a Dado Lequio, pero la relación entre ellos no atraviesa su mejor momento. Alessandro no estaba de acuerdo con la intención de su ex de convertirse en madre por gestación subrogada ni de utilizar la carga genética de su hijo para dicho fin. Ana lo ha convertido en abuelo en contra de sus deseos y puede, incluso, que de su consentimiento. De hecho, la actriz ha inscrito a la niña como Ana Lequio como nombre compuesto, pues no tenía permiso para utilizar 'Lequio' como apellido.