Insiste en que no se trata de un libro autobiográfico, aunque lo cierto es que Lucía Rivera ha plasmado sus experiencias personales en su obra para tratar de ayudar a otras personas que se sientan identificadas con su relato. La joven modelo trata asuntos tan delicados como la violencia machista que sufrió en sus primeras relaciones con chicos y también habla de sus padres, del adoptivo (Cayetano Rivera, aunque se refiere a él como C. para "protegerle") y del biológico (a quien llegó a conocer en persona, como ha contado en otras ocasiones).
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La hija de Blanca Romero le ha concedido este viernes una entrevista a Susanna Griso en Antena 3 para hablar de Nada es lo que parece, que se puede comprar desde este jueves 22 de marzo. "No es autobiografía, que conste, porque soy muy pequeña. Quería que la gente adolescente que tuviera este tipo de problemas lo supiera y poder ayudar de alguna manera. No creo que pueda ayudar como una psicóloga, pero si puedo ayudar lo mínimo, lo haré".

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"Tampoco me enteré mucho. Yo tenía diez años, me enteré con el tiempo. Obviamente cuando una niña es adoptada tiene intriga por la genética, sobre todo cuando vas al médico". Se conocieron cuando Lucía tenía 11 años. Ella misma se lo pidió a su madre: "Fue un encuentro desafortunado. Yo lo había puesto como un superhéroe. Creo que a toda la gente adoptada le pasa más o menos lo mismo". Mantuvieron el contacto pero todo se torció: "Cuando lo conocí fue todo bien hasta que por detrás lo hizo".
En el libro profundiza: "Mi padre no había venido a conocerme. El villano había venido a extorsionar a mi madre y a pedirle dinero a cambio de unos vídeos de cuando era una niña y mantenían relaciones".
Sobre Cayetano Rivera
Su madre, Blanca, se casó con el hijo de Carmina Ordoñez y Paquirri en octubre de 2001 y la pequeña, tal y como quisieron la asturiana y el torero, adoptó sus apellidos. Una de las imágenes más recordadas de la ceremonia fue aquella en la que Cayetano, Blanca y Lucía pasaban de la mano por delante de la Iglesia de San Pedro, en Gijón, una vez celebrado el sacramento del matrimonio.
Lucía, en el libro, se refiere a su padre por su inicial: "Por la polémica. Todo genera polémica. No sé qué tengo. Prefiero sobre todo protegerle a él, no quiero que esté mezclado si no quiere. No lo hablé con él. A mi manera, psicológicamente, era como protegido".
En el libro también habla de Eva González: "Sé que al principio y a su manera, mi padre luchó por mí. Y como era de esperar, rehízo su vida con una mujer quien, al principio, para disgusto solo disimuló su desagrado hacia mí".
Sus palabras sobre la ex mujer de su padre han generado un gran revuelo en los últimos días y ella ha tratado de justificarse este viernes: "Todos los titulares se tergiversan y vuelvo a repetir que no me meto en estos temas y jamás lo voy a hacer porque es como darle el gusto a la gente (...) Es mi historia, mi vida... Es una historia. ¿Qué queréis que haga? ¿Qué todo sean flores y maravillas? Creo que a muchas personas les habrá pasado esto".
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